jueves, 8 de marzo de 2012

LAS MEDIDAS DISUASORIAS (Página nº 810)

Es bastante llamativo como nos situamos de forma diferente ante las mismas realidades. Desde este blog, pero aún más desde el Diario Improbable, he escrito para que se restringiera el uso de las bolsas de plástico gratuitas en los supermercados y restos de tiendas y se sustituyesen por otro sistema de bolsas de otros materiales y uso permanente. Antes que nada me fijaba en los aspectos de la sostenibilidad, la dificultad de eliminar esos residuos y la obligación de las personas de concienciarse y ser agentes activos de esa labor de reducción para mejorar nuestras vidas, las de todos, posicionándose contra una comodidad individual pero nunca colectiva conociendo su impacto final. Y aunque contemplaba la parte de ahorro económico lo relegaba como aspecto secundario.



Hoy, leyendo la reflexión de Juan Roig, creador de Mercadona, entiendo como su posicionamiento es otro bien diferente y, estando de acuerdo en lo básico que es la reducción y posible eliminación de estas bolsas, parte como aspecto nuclear de esa decisión de acabar con las bolsas gratis, del impacto económico y relega a secundarios los demás. Porque él dice los siguiente:

“El sector ha ahorrado 300 millones por cobrar las bolsas. La mitad viene con sus bolsas, un 30% se lleva los productos con las manos y el 20% compra alguna bolsa. Hemos ahorrado el 90% de las bolsas solo con medidas disuasorias”.

Como se ve nada se dice de sostenibilidad, de la dificultad de eliminar el plástico de las bolsas como residuo o del papel activo de la concienciación ciudadana. Todo queda en términos de ahorro.

Pero introduce un punto, a continuación, que a mí me parece interesante:

“Como con las bolsas, hay que tomar medidas disuasorias en sanidad, medidas disuasorias en justicia, medidas disuasorias en enseñanza y eso no tiene nada que ver con recortes”(...)Si te crees que todo es gratis, la gente derrocha, los seres humanos derrochamos y los españoles derrochamos”.

Ya sé que no dice nada nuevo pero lo cierto es que estoy en parte de acuerdo, en términos de eficiencia dejamos mucho que desear y esa es una bolsa de ahorro extraordinaria sin que se tenga que llegar a recortes en los aspectos esenciales. Es el terreno que se ha de explorar con medidas en las que prime la eficiencia y facilite un ahorro que nunca ponga en peligro la calidad y eficacia de los servicios prestados. Porque eso sí, no utilicemos una fórmula positiva para darle un uso perverso como suele ocurrir políticamente, y se quiera aprovechar esa llamada a la eficiencia para convertirla, ahora sí, en enésimo recorte. Porque mientras unos ven principalmente ahorro (Roig) yo quiero ver concienciación ciudadana, adecuación de los recursos y limitación de los abusos. No sé que visión se impondrá finalmente pero sí que algo sobre esto es necesario hacer.

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4 comentarios:

  1. ¡ Totalmente de acuerdo contigo!

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  2. Medidas disuasorias sobre las altas rentas de este país y sobre el fraude fiscal, pero esas no parecen interesarle al señor Roig.

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  3. Cada uno arrima el ascua a su sardina.

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  4. Lo publico no da beneficios a esta gente, lo quieren privatizar todo para sacar su tajada.

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