Siempre he sido partidario del anonimato, supeditado, eso sí, a que no se haga un uso perverso y vil de esa circunstancia. El anonimato permite distancia, la necesaria para que no condicione al receptor de modo que lo dicho se aproxime a la objetividad, y además consigue que lo dicho sea lo importante y no quien lo dice. Por eso cuando inicié esta aventura del blog dentro de la plataforma Ciudadanos2010 lo hice amparado en un anonimato, bajo un seudónimo, Totem, que no buscaba otra cosa que distanciar mi persona de cualquier prejuicio previo.
A estas alturas, y porque no he ahorrado en dar pistas evidentes, mostrar algunas imágenes y descorrer esa veladura de anonimato lenta pero progresivamente, casi todos los lectores de este blog, en Daimiel, saben quién soy. Y aunque la voluntad de darme visibilidad ha sido tan voluntaria como meditada lo cierto es que, para confirmar el planteamiento previo, esa identificación ha traido, como no podía ser de otra manera, el prejuicio. Contaba con él.
Por eso cuando me preguntan si conozco a quiénes están detras de los comentarios que aparecen en este blog bajo la forma anónima digo que no, que a la gran mayoría de ellos no y que lo prefiero, porque eso me permite a mí también no caer, en lo posible, en la trampa del prejuicio y tomar el comentario en valor por lo que exprese y no por considerar quién está detras de él.
Y es por ello que cuando veo quejarse a Leo, y antes a Pepe, de que el foro de propuestas de Ciudadanos2010 no era de su gusto porque la gente se escondía en el anonimato yo lo critico abiertamente porque considero que somos ya mayorcitos para excusas tan bobas y uno puede elegir de ese foro aquellas propuestas viables y sin que determinar la validez por la procedencia de quienes las hacen. Y por supuesto que se podría hacer con nombres y apellidos, que las que yo hice en su momento así aparecieron, pero eso no quita que una persona prefiera la discrección de un anonimato para formular una propuesta a tener en cuenta.
Es curioso que se abandere la visibilidad, la identificación, cuando vemos que se utilizan muchos de los comentarios para sacudir a los identificados, en tromba los prejuicios, y posponer la valoración de los hechos, como si estos pudieran tener distinto juicio en función de quienes los protagonicen y no por la gravedad o venialidad del hecho concreto. Así es normal que la mayoría prefiera guarecerse.
---
No hay comentarios:
Publicar un comentario