Llego ahora mismo de Madrid, por lo que no he podido actualizar el blog en todo el día, y me encuentro con la noticia de que un nuevo brote de botulismo ha aparecido en una laguna de la provincia, la Laguna de Calderón, en Moral de Calatrava. Y esto me devuelve a la memoria las palabras que en agosto me decía uno de esos enamorados de estos espacios que me advertía, allá por agosto, del riesgo de que la falta de lluvia en septiembre y octubre, si se producían los vaticinios de aquel momento y ya vemos que se ha han confirmado, podían producir nuevos episodios de botulismo ya no en la laguna de Navaseca sino en las mismas Tablas de Daimiel.
Aún falta algún tiempo para que lleguen aportes de agua al Parque Nacional y no cabe duda que unas jornadas de lluvia ayudarían de inmediato teniendo en cuenta los niveles hídricos y el efecto de dos años generosos sobre el suelo. Pero no llueve, apenas han caido cuatro gotas en los últimos cuatro meses y conviene extremar la vigilancia porque las temperaturas, impropias de esta época del año, y la disminución del volumen de agua que inunda el humedal podrían propiciar la aparición de brotes como los que ya se han dado en Navaseca, en la del Prado o Inesperada y ahora en la de Calderón.
Pues eso, cuando las barbas del vecino veas pelar...
Enlace a la noticia:
http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=955416
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