PASE LO QUE PASE ELLOS FLOTAN (Página nº 299)

Los ciudadanos, en general, han venido pagando todo tipo de impuestos y tasas puntualmente: IBI, IRPF, IVA, Impuesto de Circulación, IAE, Salidas y entradas de vehículos, etc...

A cambio recibían una serie de servicios públicos o disfrutaban de unas infraestructuras determinadas generadas por esos ingresos.

Ahora los ciudadanos siguen pagando los mismos impuestos en igual o mayor cuantía pero, a cambio, observan como menguan servicios o se dan con menor calidad o cantidad, incluso comenzando a afectar a los llamados servicios básicos, esos de la línea roja que no traspasarían pero que, de facto, ya han rebasado.

Se congelan pensiones, se recortan sueldos, se abarata el trabajo y aumentan los contratos basura.

Pero curiosamente los derechos y compensaciones que afectan a los políticos y sus designados, los que con su penosa gestión en muchos casos han provocado esa ecuación "más impuestos=menos y peores servicios", no sufren merma alguna. Sueldos vitalicios para expresidentes estatales o autonómicos, indemnizaciones para diputados y senadores cuando dejan su cargo, para ministros o secretarios de estado durante dos años cuando cesan en su resposabilidad, para presidentes de diputaciones, etc... además de, en algunos casos, otras prebendas temporales o vitalicias vinculadas al cargo desempeñado no se ven reducidos o eliminados a pesar de la situación que vivimos.

Todavía se sorprenden porque entre los ciudadanos gocen de tan escasa simpatía y sean centro de las críticas. Son el aceite que siempre permanece arriba, impertérritos, aunque bajo ellos el agua de la ciudadanía esté agitada, encrespada. Los recortes son para los demás, eso hace tiempo que quedó muy claro.