"PARTIDAZO DE NADAL, VICTORIA DE DJOKOVIC" (Página nº 246)

Soy seguidor de Nadal desde el principio. No cuestiono su juego ni lo comparo con nadie, como hacen sus muchos detractores patrios que lo tildan de pasabolas y aburrido y sus muchos seguidores que lo elevan a una condición casi divina de genio y maravilla de la naturaleza. Me gusta por su coraje y garra, por su condición mental y física, por su capacidad de adaptación y aprendizaje para progresar, incluso por su cordura. Me gusta verle jugar, cuando ganaba y cuando, ahora, pierde ante un jugador fuera del alcance de los demás esta temporada. Pero me llama la atención que hasta los medios de comunicación caigan en ese embelesamiento idiota de no reconocer las cosas y exaltar ese españolismo bobalicón por encima del mérito del rival.

Hoy, en el Telediario de la Primera, al mediodía, aparecía lo siguiente:



Cualquiera que leyese el titular, "Partidazo de Nadal, victoria de Djokovic", podría pensar que la victoria del serbio no fue justa o merecida y otorga todo el mérito al español. Pero la verdad es que Nadal jugó bien, en algunos momentos de forma brillante, pero Djokovic fue mejor en el encuentro y si Nadal hizo un partidazo Nole lo bordó. ¿Por qué no titular ajustándose a la verdad?

Esto ocurre mucho, se tiende a restar méritos al rival. Si el Madrid o el Barça pierden o empatan se busca la razón en el mal día, los viajes y la falta de descanso, las lesiones, y el papel de quienes han dado la sorpresa queda relegado a haber aprovechado las circunstancias. Y es extensible a otros deportes, como si esto respondiese a una lógica matemática.

En España se nos ve el plumero en ambos casos, el exceso patriótico y el tirar a dar envidioso que consigue que nuestros deportistas tengan más detractores y críticos dentro que fuera del país. Y en ambas circunstancias parece que se exagera demasiado. Pero, como vemos, hasta la prensa y la televisión apuestan por explotar esa visión cerrl y acérrima de forofos, olvidando la mesura en quienes pretenden informar con cierta objetividad.