lunes, 12 de septiembre de 2011

CONVIVIR... O NO (Página nº 243)

No sé que ocurre pero hasta en las reuniones familiares vinculadas a pasar una buena jornada siempre parece haber alguien, o "alguienes", que parecen encontrarse incómodos en esa sensación de buena convivencia y demuestran tener cierto empeño en reventarla. No importa el motivo, a veces puede ser tan nimio y ridículo que ni tan siquiera podemos creer que tal vaciedad pueda dar lugar a crear tensión y provocar el desagrado evidente de los que se han llegado hasta allí para pasar un día extraordinario dehermandad, pero sucede. Estas personas no son capaces de hacer un elemental esfuerzo simplemente porque, en el fondo, les interesa todo lo contrario, visualizar su desdén, y poco les importa el efecto de su mal gesto, de su puyita borde, de su salida de tono, en el conjunto de las personas que están allí.

Afortunadamente, creo yo, el grupo consigue minimizar el impacto, disolver la mala leche desbordada, reconducir la situación, ignorando o envolviendo, según sea, el incidente hasta arrinconarlo. Pero lo cierto es que no lo olvidan, es difícil de pasar página en el foro interno, nos irrita porque no entendemos el fin del desaire ni su oportunidad.

Por eso es tan complejo convivir, lo es a nivel familiar, laboral, púbico, cuando encuentras gentes que parecen empeñadas en crispar, que gastan sus principales energías en crear malestar y agriar el ambiente, cuando han priorizado el frentismo sin reconocer que, en general, nada constructivo hay en su actitud.

Me parece que en Daimiel, a nivel político, hay también algo de esto. Y lo hay al nivel de seguidores, que incluso entienden que es necesario demandar y mantener ese nivel de acritud. Y la convivencia es compleja cuando la ciudadanía no tiene verdaderos mecanismos para minimizar, disolver o reconducir esa crispación ni someterla porque ya parece enquistada e irresoluble, fuera del alcance de cualquier acción que no sea la reconsideración en la actitud de quienes han trabajado en fortalecerla, y eso, de momento, no parece suceder.

Y no es que no sea necesaria la crítica, no se trata de silenciar lo que nos parece mal, es una cuestión de formas y de actitud, de calidad personal, de buscar el encuentro en vez del enfrentamiento a cualquier precio. Sí, es poco constructivo, un erial inoperante que no nos aproxima sino que nos distancia sin sentido alguno.

3 comentarios:

  1. Frase del día

    El único egoismo aceptable es el de procurar que todos estén bien para estar uno mejor.

    Jacinto Benavente 1866-1954. Dramaturgo español.

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  2. siento que en la familia no todos seamos tan perfectos como tu

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  3. Siento que puedas darte por aludido o aludida porque mi intención era trasladar un ejemplo de una situación desde cualquier ámbito a lo general y no pensaba en nadie concreto.
    Y no, no soy para nada perfecto, lo debes saber biene incluso puede que incluso a veces, en otros oen ese ámbito, yo mismo haya sido el distorsionador por no haber estado a la altura de las circunstancias y reconocerlo ni siquiera me hace mejor. Pero es evidente que estas cosas nos suceden cada día, bien el trabajo, en las relaciones personaes o en la vida pública, y la culpa no es de la perfección del resto sino de nosotros mismos cuando ayudamos a crear tensión, incluso ahora mismo, cuando parece que yo lo acabo de hacer.
    Nadie es perfecto, como mucho perfectible, y yo, como supongo que tú, estamos lejos de ambas cosas y sólo cabe reflexionar e intentar mejorar.

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