José Bono, ya lo sabemos, se las sabe todas y hace jugosas sus entrevistas realizando afirmaciones que parezcan tenerle un paso por delante y con un impostado matiz de outsider respecto a su formación política, todo ello sazonado con su oportunista populismo. El problema es que ya le hemos calado y ni sus ojillos brillantes y su alarde verbal nos impide ver al demagogo ambicioso que lleva dentro.
Por eso, cuando un familiar me preguntaba si había escuchado la entrevista que le habían hecho en la radio ayer y, al contestarle negativamente, me contaba los pormenores, nada me sorprendió. Tengo que decir que he tratado de escuchar íntegra la entrevista pero la web de Onda Cero da error y por lo tanto he de fiarme, que lo hago, de mi fuente familiar y de alguna noticia que se refiere a una parte de ella, en concreto de su propuesta de un gran acuerdo PP-PSOE para gobernar juntos ante la crisis.
El supuesto gobierno "de salvación", que queda precioso pero inviable viendo como proceden estos dos partidos desde hace años, hubiera podido tener sentido hace dos o tres años y no ahora cuando el PP, según encuestas, nada tiene que ganar con ese matrimonio de conveniencia y el PSOE, en cambio, sólo pudiera contemplarlo como la única posibilidad de no estrellarse. Y siendo tan desigual la obtención de beneficio pues descártese de inmediato, aparte que luego estaría por verse el supuesto beneficio de la cogestión con esta caterva actual de dirigentes.
Pero ya lanzado Bono se ha permitido decir que tras sus muchos años de gobierno ha llegado a la conclusión de que algunos aspectos de las competencias de los gobiernos autónomos, u organismos como las diputaciones, los tribunales superiores de justicia de cada comunidad, los defensores del pueblo de cada autonomía, etc... son prescindibles, visto los gastos que generan y su poco sentido que sólo sirve para ralentizar tareas y consumir recursos. Le han hecho falta treinta y tantos años para percatarse de lo que la mayoría de los mortales, sin un sólo día de experiencia de poder y mucho menos inteligentes y preparados que el señor Bono, tenían claro desde hace muchos años contemplando la multiplicación de organismos y el festín inútil de gastos que suponía. Pero como el oportunista que es ahora pretende ponerse a la cabeza de los que opinan así, protagonizar el rechazo ciudadano a este sindios administativo y proponerse como una especie de autoridad moral para capitalizar el creciente malestar de los españoles por semejante derroche disparatado.
No cuela, señor Bono, juegue sus cartas solito y deje sus trampas verbales, sus faroles populistas de gran tahur, que sabemos de sus grandes dotes para el eñgaño. Nunca se le vio generosidad con la oposición en todas sus mayorías absolutas en Castilla-La Mancha ni mesura en la creación de organismos bajo control autonómico, y uno es ejemplar cuando ha dado ejemplo. Mejor calle y, por ejemplo, renuncie a esa pensión vitalicia de 80.000 euros anuales como expresidente autonómico compatibles con cualquier otro tipo de ingresos, quizá migajas de ahorro pero fiel de su auténtico criterio personal, ¿o no es eso algo también perfectamente prescindible?
Frase del día
ResponderEliminarEl hombre silencioso no presta testimonio contra sí mismo.
Aldous Huxley