"Bajarse al moro" fue una popular obra de teatro de José Luis Alonso de Santos que poco después saltaría a las pantallas de cine. Cuando la escribió, allá por 1985, ya eran muchos los que bajaban a Marruecos para pillar droga y meterla aquí para sacarse un dinero.
26 años después me cuentan que hay al menos dos daimieleños que, bajando al moro, ahora andan en las cárceles del país norteafricano desde que, muy recientemente y por separado, fueran detenidos en la frontera con su carga escondida, seguramente, medicen, después de quehubieran tenido éxito en intentos previos.
Bajarse al moro parecería hoy un anacronismo pero lo cierto y verdad es que son muchos los españoles que prueban a burlar los controles y entre ellos estos dos daimieleños a los que conocí cuando eran chiquillos y acudían al colegio, ambos no muy despiertos, la verdad, que ahora han de pagar las consecuencias de sus actos en territorio hostil para la mayoría de los derechos y que, además de a ellos, golpearan con el impacto de su delito en el corazón de sus abrumados familiares.
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