No dudo que para ser ministro se exija una mínima cualificación. Incluso que la tengan. Pero es curioso que en la última semana hayamos conocido los consejos de dos de estos ministros que son, cuando menos, llamativos y, así formulados, parecen más el consejo de una abuela:
El primero de ellos el español Miguel Ángel Cañete, del que el otro día decían era el ministro más lobbista de todos los ministros, descubriéndonos su método para ahorrar agua: ducharse con agua fría, su nueva fe desde que Rajoy lo nombrara ministro, pues ha contado que tomó esa decisión desde que asumió la cartera.
Nadie duda de que es necesario ahorrar agua, como tantas otras cosas, pero choca, cuando menos, que al ministro le parezca esto la panacea como para no desvelarnos otras estrategias.
El segundo ha sido el italiano Corrado Clini que ha dicho que su propuesta para ahorrar agua es no cambiarse la ropa interior a diario sino cada cuatro días pues afirmar que teniendo las partes íntimas aseadas, y las suyas "están limpísimas", la ropa interior puede aguantar todo ese tiempo. Eso aparte de desnudarse y colgar la ropa recién quitada para orearla convenientemente.
La verdad es que estamos deseosos de escuchar a cualquier otro ministro de Medio Ambiente europeo sus fórmulas magistrales para el ahorro del agua: ¿será no afeitarse más de una vez cada quince días?, ¿hacerse rastas para no tener que asearse demasiado el pelo?, ¿fomentar el estreñimiento para reducir los vaciados de cisterna en el vater?, ¿lavarse por partes, una zona por semana, hasta completar la vuelta y empezar de nuevo?, ¿esperar a que llueva para ducharse sin gastar?
Ya digo que me parece bien que se ahorre agua, hay un montón de formas de hacerlo cuando uno está concienciado, pero lo cierto es que no se las hemos escuchado a los ministros que han preferido quedarse en la pura anécdota en vez de ofrecer verdaderas medidas para optimizar el consumo de un bien tan preciado, logrando titulares de prensa que más que animar al ahorro animan a la carcajada, o a escribir este sonetillo:
Dos ministros muy latinos
nos regalan sus consejos,
casi iguales y parejos,
que sin ser dos desatinos
llevan los mismos caminos
para dejarnos prerplejos,
pues nos dicen, sin complejos,
que en sus baños matutinos
el agua fría es moderna,
sobre todo en la entrepierna
y nunca en los calzoncillos,
que no hay que lavarlos tanto
pues pierden todo el encanto
que le dan los amarillos.
Enlaces:
De Arias Cañete se puede esperar cualquier cosa. Después de haber sobrevivido a las "panzadas!" de carne que se pegó cuando el asunto de las vacas locas y así salvar el tipo a Celia Villalobos y su caldito de hueso, hasta comerse el envase del yogurt para no tener que reciclarlo.
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