El punto de partida es este comentario:
"Anónimo23 de abril de 2013 21:42:00 GMT+02:00 " (pincha si quieres leerlo)
Voy a hablar de memoria y eso hará impreciso lo dicho, pero creo recordar que una emisora en Daimiel fue fruto de esas loterías dirigidas de Alfonso Guerra y Felipe González que tenían por objeto abarcar todas las posibles concesiones en señales de radio con la premisa de reparto subjetivo y cuyo mayor beneficiario, aunque no único, fuera el ínclito dueño de Prisa, Jesús Polanco, al que llegó a conocerse como "Jesús del Gran Poder". Ya en la prensa de la época se destacaba que Polanco era a las concesiones administrativas lo que Carlos Fabra a las loterías, siempre cogía los mejores premios.
Que duda cabe que en las administraciones de cualquier pelaje, bajo el manto de objetividad, se ha premiado siempre la fidelidad ideológica y de amistad sobre otros aspectos, y fruto de aquello a la Cadena Ser le regalaron Daimiel.
En un primer momento, no sé si por vocación real de establecerse o por puro paripé, alquilaron un piso en la calle Trinidad donde se instaló la emisora. El director, Javier, y no recuerdo el apellido, tuvo como primera misión ponerla en marcha, y como segunda convertirse en agente comercial para captar clientes publicitarios que hicieran viable aquella emisora. La sensación inicial fue de mucha actividad en este campo, como si de verdad se explorara la opción de permanencia, aunque la emisora era Javier y poco más, y la mayor parte del tiempo, como era lógico por otra parte, daba lugar a la programación general de la Cadena Ser.
Sea por lo que fuera aquello no pareció tener recorrido y algún tiempo después Daimiel perdió una opción de radio que se ocupara, en las desconexiones locales, de los temas de nuestra ciudad, pero como la concesión seguía siendo golosa pues formalmente seguimos teniendo esa radio aunque, de facto, no exista con el objetivo que debiera tener.
Yo, en este caso, creo que debería obligarse a devolver esa concesión administrativa y a volver a adjudicarse a quienes de verdad tengan la intención de dar a Daimiel una emisora que se ocupe de los temas locales como parte de su programación, pero ya sabemos como funcionan estas cosas y seguro que la Cadena Ser, como otras emisoras de carácter nacional, tienen otros "daimieles" concedidos pero sin cumplimiento del objetivo inicial social y sólo como poste para aumento de la cobertura de emisión. Porque España, claro, está hecha a estos fraudes de ley fomentados desde el poder político y tiene escaso celo en revertir situaciones a todas luces poco aceptables.
En aquella ocasión Daimiel era un punto en el mapa goloso, los intereses de los daimieleños contaban poco o nada en aquella concesión. Por eso tenemos una emisora sin tenerla, una frecuencia asignada que de poco nos sirve. Otro fruto inútil de las maneras de hacer política por estos lares.
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