El hijoputismo local ha vuelto a hacer estragos. Varios contenedores de reciclado han ardido esta noche en las calles daimieleñas.
Destruir siempre es más fácil que crear y estos vándalos prosiguen con su destrucción. Cuando anida el hijoputismo entre nosotros conviene erradicarlo lo antes posible para que no sigan haciéndonos más daño.
Es desolador ir viendo la situación en la que quedan esos contenedores consumidos por el fuego y la combustión y la indignación se va abriendo paso al no comprender cuál es el sentido de esos actos que tanto nos perjudica social y económicamente y que padecemos cada cierto tiempo en tanto no somos capaces de identificar a lo más repudiable y tirado de nuestros paisanos, gente que sobra, que no merecen otra cosa que es desprecio y el castigo por esos actos inaceptables.
Hoy se han quemado algunos miles de euros inútilmente, recursos que se detraerán a otras necesidades que más tarde se echarán en falta. Hoy se ha consumido convivencia, esfuerzo por el reciclado, colaboración ciudadana, en un fuego fruto de la vileza, de la villanía, de mala gente. ¿Cómo hacer un mundo mejor con estos cafres boicoteando esa convivencia, menospreciando el esfuerzo común?
El hijoputismo local, esa plaga, ha vuelto a hacer de las suyas. Son, por reiteración y falta de escrúpulos y civismo, todo un cáncer social que desanda un buen trecho de lo andado por el resto de ciudadanos, y no puede ser que vayamos quedando a expensas de esta furriela despreciable e insensata.
Destruir siempre es más fácil que crear y estos vándalos prosiguen con su destrucción. Cuando anida el hijoputismo entre nosotros conviene erradicarlo lo antes posible para que no sigan haciéndonos más daño.
Es desolador ir viendo la situación en la que quedan esos contenedores consumidos por el fuego y la combustión y la indignación se va abriendo paso al no comprender cuál es el sentido de esos actos que tanto nos perjudica social y económicamente y que padecemos cada cierto tiempo en tanto no somos capaces de identificar a lo más repudiable y tirado de nuestros paisanos, gente que sobra, que no merecen otra cosa que es desprecio y el castigo por esos actos inaceptables.
Hoy se han quemado algunos miles de euros inútilmente, recursos que se detraerán a otras necesidades que más tarde se echarán en falta. Hoy se ha consumido convivencia, esfuerzo por el reciclado, colaboración ciudadana, en un fuego fruto de la vileza, de la villanía, de mala gente. ¿Cómo hacer un mundo mejor con estos cafres boicoteando esa convivencia, menospreciando el esfuerzo común?
El hijoputismo local, esa plaga, ha vuelto a hacer de las suyas. Son, por reiteración y falta de escrúpulos y civismo, todo un cáncer social que desanda un buen trecho de lo andado por el resto de ciudadanos, y no puede ser que vayamos quedando a expensas de esta furriela despreciable e insensata.
El hijpotusmo local, muy bien dicho, porque son los niñatos de cierto barrio en el que ni la policía, ni la GC, ni el Ayuntamiento ponen mucha molestia.
ResponderEliminarEl relevo generacional de la España del ladrillo, hijos de las vacas gordas y los libros flacos.
Se buen ciudadano y denúncialos con sus nombres y apellidos, como das a entender que les conoces. ¿Hijos del Ladrillo=Hijos de Puta? Simpleza absoluta
ResponderEliminarQue pena que en los tiempos que corren, todavia nos encontremos que este tipo de gente que solo se divierte haciendo el mal, destrozando mobiliario público que luego pagamos entre todos. Que lastima que el fuego no los quemaran a ellos.
ResponderEliminaresos son los inmigrantes tan queridisimos que defiendes..yo los e visto son un grupito de unos enanos marroquis que salieron corriendo cuando les voceé... espero que publiques este comentario porque si tan libre de opinar somos no publiques solo lo que te beneficia....
ResponderEliminaren fín...esto se tiene que acabar..
Aquí se publican muchos comentarios y no solo los que me benefician, lo que ocurre es que cuando tú dices generalidades que no son ciertas como que yo defiendo a los inmigrantes tan queridísimos o hablas de "enanos marroquis" pues yo tengo que saltar porque lo fácil es colocar la etiqueta a los inmigrantes como si los males fueran capitalizados por ellos y eso no es justo. No creo que alguien por ser marroquí, gitano, rumano, chino o sudamericano merezca ya la sospecha y el vandalismo local tiene mucho de personas concretas y no de razas, etnias y nacionalidades.
EliminarPublicado queda aunque con la puntualización que hago y es que te equivocas cayendo en el tópico y el prejuicio.
Yo lo que quiero es que el que la haga sea cogido, identificado y que pague por lo hecho, y no me preocupa su origen, sus creencias o su nacionalidad.
Yo pienso en personas y por tanto en buenas y malas personas, que no les pido en DNI porque mi experiencia me dice que en el prejuicio están la mayoría de los errores que cometemos.