El agua es un bien muy valioso, incluso aquella que ya consumida y pasada por un proceso de depuración más o menos adecuado tiene como destino volver a la naturaleza, aunque sea para inundar un espacio que antaño no requería de tal origen porque por sí mismo constituía parte del complejo lagunar daimieleño junto a La Nava, Escoplillo o La Albuera que aún aparece en atlas y mapas, como si se negaran a desaparecer a pesar del ansia desecador de las personas.
Pero quiera que por ser así, porque la mano humana ha dado una segunda oportunidad a Navaseca de ser una laguna permanente donde verter esas aguas excedentes tras el proceso depurativo, este espacio ha ido ganando relevancia debido a que se ha constituido en un reducto de vida muy interesante por la riqueza y variedad de la avifauna que acoge en ella y que se constituye en reclamo de gentes amantes de la observación más allá del ámbito local, una joya del "birding" que comienza a atraer a sus practicantes y que se promociona desde las redes sociales y blogs.
Sin embargo esta pequeña laguna, nunca demasiado bien tratada, merecería que se la pusiese en valor resolviendo algunos de los problemas que tiene, especialmente la de la calidad de sus aguas, con una mejor depuración , y la de su espacio, claramente insuficiente en años de abundantes lluvias. Y aunque la primera de las cuestiones no parece quedar resuelta a corto plazo, y no sé si a medio, la segunda parece estar más cerca, al menos en términos jurídicos y de propiedad del suelo, con la provisión de esos 300.000 euros en los próximos presupuestos.
No voy a entrar en la polémica generada durante el último pleno y las ruedas de prensa previas, desconozco si se han agotado otras vías, si corresponde al ayuntamiento esa compra o no, porque en medio de la escasa información me pierdo lo suficiente para no sumergirme en esas aguas. Las otras ya han conquistado su propio territorio, modificando poco a poco el paisaje y ofreciendo nuevas hectáreas a toda la avifauna que ha tomado Navaseca como casa común para ofrecernos su hermosa estampa a quienes, por una u otra circunstancia, nos acercamos allí con cierta frecuencia.
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Sinceramente la solución que se plantea para Navaseca me parece cara y un disparate. Creo que esos 300.000 euros se podrían utilizar para mejorar la calidad de las aguas depuradas y que no se viertan aguas de dudosa calidad al cauce del rio Guadiana a escasos kilómetros del Parque Nacional. Los daimileños pagaran una cantidad enorme de dinero para nada, ya que no soluciona el problema.
ResponderEliminar¿Pero está constatado que no se soluciona el problema para dar esta opinión
ResponderEliminar¿o solo se realiza por decir algo?
La inversión no soluciona el problema porque sólo se compra una parcela que formaba parte del vaso de la laguna y estuvo siempre cubierta por agua hasta que se desecaron las Tablas y el nivel freático bajó en los años '70. Sólo se prevee la compra de ese espacio lagunar, pero nada se hace con la depuradora que sigue teniendo una capacidad manifiestamente escasa para el volumen de población y de industria a la que da servicio, y un diseño que hace que ante los episodios de mucha lluvia, el agua SIN TRATAR rebose las compuertas de retención y acabe en el molino del Nuevo. Lo que se propone sólo es recuperar parte de la laguna (no todo lo que en su día fué) para tener más espacio donde verter las aguas depuradas, que por otra parte no resultarían un gran problema si cumplen los parámetros legales. De cualquier forma, si el nivel del acuífero continúa subiendo, va a haber serios problemas porque toda la instalación podria quedar a menos de 1m de altura del nivel freático e incluso el canal del colector, inundarse. Veremos qué ocurre con el tiempo.
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