Lo primero de todo, y creo que es lo justo, sería señalar que los verdaderos culpables son los que delinquen, porque veo por los últimos comentarios que se pretende responsabilizar a los responsables políticos o a la policía local por encima de cualquier consideración. Y no es que pretenda yo defenderlos y exonerarlos de la responsabilidad que les corresponda pero no es tan fácil esa prevención en la que nosotros mismos, como ciudadanos, tampoco es que pongamos mucho de nuestra parte con una cierta actitud de descuido no sólo en las medidas de seguridad sino desatendiendo a veces las señales que nos harían sospechar de alguien cuya presencia en ese lugar nos resultaría llamativa.
El otro día, por ejemplo, se hablaba de que una llamada había alertado de la presencia de un vehículo extraño en unas fincas de Daimiel. Eso permitió la detención de dos personas con un vehículo cargado de objetos robados en esos lugares. Pero eso no es lo habitual. Carecemos del celo ciudadano que, en ocasiones, evitaría el delito porque tememos inmiscuirnos y meter la pata.
Pero los robos, por más que las estadísticas lo desmientan, parecen ir a más y hasta hemos visto esta semana un paso adelante en gravedad., ese robo con violencia a un vecino de Daimiel del que se dio cuenta en el pleno y que circulaba por el pueblo desde verdad meridiana a rumor exagerado. Ya no son robos aprovechando que los propietarios no están, ya es el asalto a viviendas con el inquilino dentro, y se mire como se mire eso ha de ponernos en alarma porque en nuestra ciudad hay mucha gente vulnerable a esa situación, personas mayores que viven solas y que son potenciales objetivos prioritarios de este tipo de delincuencia.
Y no es que quiera hacer categoría de un caso aislado, es que el riesgo existe, y las medidas de seguridad y prevención son sobre todo individuales, desde guardar poco dinero y joyas en casa a no abrir la puerta a desconocidos, pero también podrían estudiarse sistemas de alerta directa igual que existen para avisar a Cruz Roja pulsando un botón para esas personas de mayor vulnerabilidad.
No digo que no se pueda vigilar más, mejor, por los medios de seguridad, que desde la política local se tenga algo más que lamento y resignación, aunque no sé la forma, pero lo lamentable es, a mi juicio, que la justicia, a través de sus procedimientos, apenas resuelve y los cacos andan en la calle y hasta haciéndole un calvo a esa misma justicia como ocurrió hace unos días en Daimiel y aquí relatábamos:
Hemos creado un sistema para la indefensión de unos y la impunidad de otros y la policía local, la política local, pueden hacer menos que nosotros mismos, los ciudadanos, tratando de ser más precavidos, más desconfiados, porque poco o nada se nos va a amparar ante un robo, con o sin violencia, de gente que entra y sale de los juzgados en espera de que alguna vez, años más tarde, tengan que rendir cuentas en un juicio.
*
Estoy de acuerdo contigo en que los verdaderos culpables son los ladrones y los delincuentes;pero ahora, y antes.
ResponderEliminarNo sea que todos los males que aquejaban a España antes tenían un único responsable con nombre y apellidos y afilicación política y lo que sucede ahora, en no importa qué ámbito, no es responsabilidad de nadie.
Resulta que le damos toda la responsabilidad a la policía, como si tuviesen que estar apostados en cada portal para pillar a los chorizos. Siempre pasa lo mismo, la educación se la encasquetamos a los maestros, la sanidad a los sanitarios... y nosotros nada de prevención, ni de cuidarnos ni de arrimar el hombro con los hijos para que estudien, pero sí exigir.
EliminarSi todos estuvieramos más concienciados la seguridad sería mayor, la educación mejor y las listas de espera no tan largas. Pero es mejor echar la culpa a los demás.
pues la oleada sigue su curso, esto es flipante.
ResponderEliminarhe perdido la cuenta de robos que me han comentado en el campo de los últimos días. viñas nuevas, postes, transformadores.
y en la ciudad mujeres con brazos rotos, ancianos maniatados, robos en pleno centro y a plena luz del día.
el daño económico mal del menos, pero los robos con daño físico, mal camino estamos cogiendo.
esperemos que el siguiente caso no sea una muerte como la toledo hoy mismo ante un robo de estas características.