¿Y QUIÉNES PROPICIARON ESE EXCESO DE TRABAJADORES EN LA ADMINISTRACIÓN? (Página nº 1151)

Lo mires por donde lo mires y analices lo que analices todo va en la misma dirección y acota el mismo origen. Quienes ahora denuncian que las administraciones no son agencias de colocación y que el número de funcionarios o empleados públicos es insostenible son los responsables de todas las decisiones que han llevado a ese exceso y que han utilizado la administración para su promoción personal, coladero de afines y desarrollo de políticas que sólo buscaban la perpetuación en el poder. Y todo si ser responsables penales de  sus decisiones. Sí, los políticos, a los que nadie ponía coto ni desde el gobierno central ni desde la dirección de los partidos, porque sólo eran correa de transmisión de lo que allí se decidía y era evidente que esa decisión era la de engordar la administración, ofertar servicios que no correspondían y colar de rondón a toda la patulea tragona clientelar y familiar que siempre parasitan la administración.


Ahora, claro, víctimas todos de sus errores, tenemos que escucharles decir que sobra administración, como paso previo a cargarse ¿cien, doscientos, trescientos mil puestos de trabajo?, aunque los parásitos de confianza, los asesores y demás boca s agradecidas estén tranquilos porque a ellos no les tocarán.


Asumo que hay demasiada administración. Lo sé desde el mismo momento que todas ellas comenzaron esa carrera demencial para convertirse en los mayores empleadores de cada pueblo, ciudad, provincia, región y estado. Desde que les dio por inventarse todo tipo de empresas públicas, organismos oficiales, etc... que disparaban los presupuestos, incrementaban la deuda, pero les dejaba presumir de excelsas ofertas de empleo mientras colocaban a su cuchipanda política y traducían en votos para su saca particular esas demostraciones.


Asumo que es inviable mantener este despliegue administrativo, aunque el despido de personal laboral, interino, etc... no parece que vaya acompañado con la desaparición necesaria de muchos organismos y administraciones, lo que convierte la intención sólo en una excusa para recortar siempre del mismo lado.


No nos engañemos, los políticos son los principales valedores del modelo megaadministrativo, los responsables de crear el monstruo, los impulsores de esta locura que ahora nos ahoga, y es muy difícil ver en ellos quienes lo solucionen. Cambien los nombres pero tenemos ejemplos de los partidos gobernantes, sean cuales sean sus siglas, que demuestran que esa forma de hacer política entrando a saco en las cuentas públicas, desplegando esa megalomanía personal, dilapidando sin control, era generalizada y que sus responsables, con nombres y apellidos, siguen ahí, entre los suyos, impunes y al loro por si se presenta una nueva oportunidad. y para cubrirse tampoco dudan en responsabilizar a los propios trabajadores que van a ser despedidos, como si de ellos hubiera dependido alguna de las decisiones tomadas.


La chusma no son ellos, gente que ha realizado mejor o peor sus trabajos como contratados o interinos , la chusma tiene carnet, cargo público, siglas a las espaldas, y han manejado el dinero a su capricho hasta convertir el país en una catástrofé. Eso sí, a nuchos de ellos les ha quedado una paguita, una indemnización, por los servicios prestados... ¡hay que joderse!