EL FRACASO, OTRO MÁS, DE DURBAN (Página nº 540)

¿Para qué sirven estas cumbres mundiales sobre medio ambiente, aparte de llenar los hoteles de cinco estrellas, los restaurantes de la guía Michelín, las plazas de primera clase de los aviones y engordar las dietas? ¡Para nada!, ni Kioto, ni Copenhague ni Durban, porque no hay voluntad política y sólo paripé.

Ahora seguirán los paises ricos comprando a precio de oro excedentes del cupo de CO2 a los paises que no contaminan más sólo porque no pueden hacerlo, como España pagando esa barbaridad a Hungría para cumplir con el límite de emisiones comprometidas.

Dinero, dinero, dinero, todo dinero circulando sin que se avisten soluciones reales. Y en el despropósito unos paises y otros recriminándose respectivamente la falta de acuerdos más ambiciosos y preparándonos la nueva cita multimillonaria en cualquier punto del mundo donde se coma, beba, duerma... estupendísimamente, mientras el planeta agoniza lento pero sin pausa.

Los ingenuos o los idealistas vamos a convocatorias que desean la recuperación de los acuíferos, la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente, mientras quienes nos desgobiernan regularizan más pozos ilegales, legalizan la deforestación de la selva amazónica o propician políticas destructivas para la naturaleza. Nosotros soñamos y ellos nos masacran. Y aún pretenden vendernos la moto de unos acuerdos que son tan escasos como papel mojado visto los precedentes.

La caterva nos hunde, sus políticas son siempre el mayor atentado posible a la Naturaleza. Eso sí, en primera clase y con trajes de 10.000 euros, ¡lo primero es lo primero!

Dejo esta viñeta de Medina, en Público:



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