MINORITARIOS (Página nº 444)

Los partidos minoritarios de implantación nacional experimentarán, según las encuestas, un espectacular avance y, sin embargo, seguirán siendo residuales pese al amparo de varios millones de votos. Llevan el estigma del voto inútil pero también aprovecharán su condición de voto de protesta, fertil en este momento de desconfianza y decepción.

Los minoritarios aparecen y desaparecen con vocación de permanencia pero con naturaleza de Guadiana. Como IU, que tan pronto estira sus resultados al amor de la flojera socialista que, poco después, es parasitado por estos mismos hasta la enésima anemia representativa. Como UPyD, al que los medios han ido despreciando y condenando a la invisibilidad hasta que ya parecía persecución. Como EQUO, al que poniendo la etiqueta de ecologista parece más fácil hacer creer que sólo les interesa esa parte de la realidad. Y sólo por hablar de los que esperan conseguir representación.

El bipartidismo es lo que tiene, esa grisura disfrazanda de blanco o negro, tan cómodo que apenas deja resquicio al resto y que cuenta, hay que reconocerlo, con el beneplácito de los medios de información, el empresariado y gran parte del electorado.

Y dicho esto no me resigno a colocar aquí la viñeta que El Roto, de nuevo magnífico, publica hoy mismo en El País con el bipartidismo de fondo: