Ha terminado pidiendo disculpas. Como casi siempre cuando ha visto que el impacto de sus palabras desbordaba sus previsiones y se volvían contra ella. Cuando las redes sociales, ese otro ente abstracto lleno de concretos, echaban humo de indignación y no son fechas propicias para encender a la gente cuando la pirómana puede salir quemada.
Carmen Fúnez, candidata al Senado por el PP en Ciudad Real, otra de esta nueva clase política que echa los dientes en las bases del partido y alcanzan puestos de responsabilidad sin más bagaje que su tránsito por el propio partido y sin más experiencia laboral que los ostentados en su militancia, ha soltado lo siguiente:
Transcribo: “habrá muchos parados que habrán votado al Partido Socialista, porque el paro no tiene colores políticos: se quedan en paro los de izquierdas, los de derechas, los de centro, los de Izquierda Unida, los ecologistas… Hasta los indignados se quedan en paro. Bueno, esos es que no estén en paro, esos es que no les gusta trabajar, fundamentalmente...”.
Ya no es que sea una falta de respeto a los que se sienten indignados y aceptan esa denominación en ellos, es que demuestra un desconocimiento supino de quienes son esas personas, quizá obcecada en identificar indignados con okupas o antisistema, con ese perroflautismo con el que quieren despreciar a muchos de los que participan de la indignación desde sus puestos de trabajo o sus pupitres universitarios y que también financian con sus impuestos esa inutilidad de Senado que tan generosamente pagará a la Fúnez los próximos cuatro años.
Lo dicho, una cagada en toda regla, como esa otra de Oscar López, prominente ejemplo de la nueva hornada socialista y coordinador de la campaña, que se olvidó de una de las razones para votar a su Rubalcaba del alma. ¡Bendita representación!:
>X<
Ya ha disculpado por estas declaraciones aunque se haya retratado ella solita.
ResponderEliminarFrase del día para los indignados:
ResponderEliminarLas leyes no se mejorarían nunca si no existieran numerosas personas cuyos sentimientos morales son mejores que las leyes existentes.
John Stuart Mill 1806-1873. Filósofo y economista inglés.
Animales de partido, que no merecen la pena, y que al final lo único que buscan es su bienestar sin dar palo al agua, su casa con tres chimeneas, y que le quede la pensión máxima cuando le llegue la jubilación, aunque alguna se haya quedado a tres meses de conseguirlo, por eso a lo mejor ha lanzado esta pasada noche ese panfleto que distribuyó con nocturnidad y alevosía.
ResponderEliminarPero en este caso FUNEZTA FUNEZTA, vamos que no da más de sí.