OPERACIÓN PÚNICA (Página nº 2750)

Hay que reconocerle a la UCO (Unidad central Operativa) de la Guardia Cívil la originalidad para llamar a sus operaciones. Yo, al oír lo de "púnica" me fui directamente a las guerras del mismo nombre entre Roma y Cartago sin entender la relación. Hoy leo que "púnica granatum" es el nombre científico del granado y que siendo el eje de la trama de corruptos Francisco Granados habían querido cifrar así el dispositivo para, con gran despliegue, detener a medio centenar de presuntos, algunos de alto rango y tratamiento. Vamos, que han zarandeado el granado y ha empezado a caer fruto con gusano de todos los calibres imaginables, la mayoría de azulado grano, algunos de semilla rojiza y hasta otro más de unida izquierda rojiverde. También funcionarios, empresarios, un guripa soplón y en definitiva el enésimo escándalo político para negar de una puñetera vez que la corrupción es poco menos que casos muy aislados.

La reacción ya es sabida, sorpresa, horror, vergüenza, silencios. Esto entre los políticos. Porque entre los ciudadanos las palabras más comunes es que ya se sabía desde hace tiempo, se notaban cosas raras, etc, etc...

Yo no me creo demasiado a unos u otros. Los ciudadanos se han acostumbrado a la sospecha sistemática y siempre sueltan ese "ya se olía la tostada" que aplican por defecto a todo lo vivo. Los políticos, haciéndose de nuevas y escandalizándose son aún más patéticos cuando los partidos han venido auspiciando ralea de todo signo sin testar a quienes ponían en cargos y sin controlar sus gestiones, y eso siendo tan generoso de no pensar que pudieran estar, en parte, al tanto de algunas de sus irregularidades cubriéndolos por el miedo a descubrirse un nuevo pastel.

Pero al final lo que queda es que alcaldes, concejales, presidentes de diputación, arquitectos municipales, empresarios, funcionarios, constituían un mundo de relaciones enfocadas al trinque, la corrupción, el fraude. Y tienen nombres y apellidos, en muchos casos afiliación política de algún tipo, y representan el tipo de escoria que ha encontrado acomodo en la política porque esa política, la actual, se ha convertido en un hábitat perfecto para muchos sinvergüenzas donde proliferan porque carecen de esos depredadores que serían los controles, la exigencia ética, los modelos de honestidad de los líderes ni las medidas efectivas y radicales para erradicar a toda esa chusma choricera.

Como decía hoy un whatsapp, ya no estamos en España, estamos en Espetec, lugar embutido en el choriceo más infecto, el país donde la corrupción se ha convertido en la mayor epidemia moral conocida para la que no parece haber vacuna alguna porque ni hay leyes ni hay voluntad ni hay cojones de acabar con ella.

Joer, lo que sería un país en el que hubiera una policía con todos los medios y una justicia con toda la independencia, ¡se nos iban a ir los presupuestos generales en prisiones!, aunque fueran como ésta que ayer recibí también por whatsapp: