Felipe González ha decidido crear una fundación con su nombre, de la cual es presidente y su hija secretaria, y el superior fin de tal fundación es, ni más ni menos, que "El estudio, la elaboración, recopilación, sistematización y puesta a disposición del archivo documental, bibliográfico, fotográfico, audiovisual y en cualquier otro soporte, de la trayectoria personal, profesional, política e institucional de don Felipe González Márquez"
A mí no es que me parezca mal este ejercicio de egolatría que, seguramente, pronto imiten otros expresidentes, es que todo esto de las fundaciones me suena a desgravaciones, subvenciones, autobombos y espumas de los días, y conociendo al personaje nunca vamos a saber por él nada que no quiera que se sepa, lo cual es muchísimo tras tantos años de gobierno, y por tanto huelga decir que es más ruido que nueces lo que aportará dicha fundación.
Teniendo en cuenta que hoy hay muchas fuentes de información, que existen muchos historiadores capaces de estudiar al personaje desde una distancia prudente y más objetiva, el alarde fundacional de Isidoro quedará para recepción de ayudas, desgravaciones ante la agencia tributaria, actos de exaltación a su figura y silencios más que evidentes ante ciertos asuntos que tampoco lo iban a dejar en demasiado buen lugar. No nos engañemos, si la base documental que pretenden elaborar, recopilar y sistematizar se guarda cartas importantes y solo pretende preservar una visión interesada de Felipe González, la fundación será inútil e innecesaria, una más en esa marabunta de fundaciones que, en muchísimos casos y en este país con el mayor número de fundaciones de Europa, solo suele alimentar el escaqueo fiscal.
Enlaces a la noticia y a la publicación en el BOE de ayer:
¿nos contará la fundación cosas del felipe falangista, del felipe censor, del felipe de los gal, del felipe que cobraba como diputado por no aparecer por el congreso...?
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