En el mes de junio dedicaba una entrada a la construcción de la iglesia de Pumarejo de Tera en este blog y donde colgaba un vídeo de cerca de seis minutos sobre aquel trabajo por el que nadie, ni el mismo Miguel Fisac, cobró por hacerlo. El documento era de Fermin Blanco, precisamente el conferenciante que hoy habían invitado dentro del ciclo de actos conmemorativos del Centenario de Fisac y, además, para hablarnos justamente de esta historia singular:
Acabo de llegar y realmente puedo decir que he gozado con una conferencia bien expuesta, amena, documentada pero sin apabullar, muy bien estructurada y ofrecida por una persona capaz de manejar muy bien el ritmo y los tiempos de una exposición oral. Y aunque, lamentablemente, de nuevo la presencia de público ha sido lo único algo deslucido del acto, creo que puedo asegurar que todos los asistentes han salido satisfechos de haber elegido acercarse al Museo Comarcal para asistir a dicha conferencia.
Pero, además, conviene adentrarse en el documental de mayor metraje que se va a exponer en este mismo lugar, cerca de 45 minutos, para aproximarnos a este Fisac más cercano, capaz de involucrarse en un proyecto que seguramente la mayoría de arquitectos célebres rechazaría, no solo por hacerlo por amor al arte sino porque, en principio, sería una de esas obras donde tienes mucho más que perder a que ganar. Y sin embargo, como decía Fermín, Miguel Fisac se ve allí, con apenas medios, y decide no renunciar a hacer su arquitectura, a plantear un trabajo reconocible que sumar a su trayectoria pese a la modestia de todo lo que dispone.
En algunos comentarios se dice que Miguel Fisac mantuvo una tensión afectiva con Daimiel, que expresó su querencia como su malestar, y yo de pequeño siempre hoy hablar de su grandeza arquitectónica pero no tanto de su grandeza humana. Es más, Miguel Fisac no ha sido querido por muchos daimieleños aunque yo creo que ésto no era del todo justo con su persona. Y admito que, del mismo modo que yo me he predispuesto ante aquel hombre distante, seco, antipático, que constituía el estereotipo de su figura entre los daimieleños, desde hace ya bastante tiempo hasta aquí he ido descubriendo ese otro Miguel Fisac, con sus defectos, claro, con sus virtudes, por supuesto, a través de algunos documentos públicos en los que podía reconocérsele fuera del manido prejuicio habitual. Y aunque me interesa mucho más conocer su obra que su persona no deja de apasionarme esa trayectoria vital porque se refleja claramente en ella.
Fisac en Pumarejo de Tera es alguien que rompe esa armadura, que sigue siendo Fisac pero es más Miguel, imbuido por ese esfuerzo comunal tan poderoso y donde no necesitaba aparentar nada.
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"Daimiel es un pueblo de gañanes", ese era Miguel Fisac.
ResponderEliminarTo' pa' ti.
Y es cierto. Lo sigue siendo. No hay mas que ver la poca asistencia a estos actos.
EliminarLo que hace la ignorancia. A caso sabeis lo que era un gañan. Porque no era precisamente el mas tonto. Es publico los desaires y la personalidad de fisac con muy mala educacion. De hecho en esos casos los gañanes demostraban mas educacion que el
ResponderEliminarPues Daimiel también supo desairar a Fisac pero ni años después, reconciliados, se es capaz de reconocer su talento. Nunca se es profeta en tu tierra y menos cuando se está en tierra de envidias y rencores.
Eliminar¿cuantos profesionales de la arquitectura daimieleña han acudido a los actos? ¡¡ni uno!! y eso que han venido arquitectos de la provincia y madrid que han sabido aprovechar estos actos.
EliminarEs curiosisimo lo de algunos comentarios. Es hacerlos y colgarlos. Como si fueran la misma persona. Y que no existe la telepatia...
ResponderEliminarLlama a Cuarto Milenio
EliminarY en que desairo daimiel a fisac?? Y cual es el talento que no se le reconoce?
ResponderEliminarLo de nunca sera que tu ignorancia o tu poco amor a tu pueblo no te dejan ver.
ResponderEliminarEs verdad. No ha asistido nadie. Porque sera
ResponderEliminarYa lo dije en otras entradas: grande Fisac.
ResponderEliminarLo reconozcan o no para mi lo es.
Fisac fue grande como arquitecto. Eso ha sido reconocido en Daimiel y a nivel nacional. No es cuestionable.
ResponderEliminarOtra cosa es que la estética de sus obras te guste o no. Eso es algo particular de cada uno.
Ahora, no se puede ser profeta en una tierra a la que, públicamente y por escrito llamas pueblo de gañanes; y cuando desprecias con hechos tan poco significativos como que su casa fue la primera de Daimiel con cuarto de baño .
Eso no despierta el cariño de un pueblo, que no por ello va a dejar de reconocer que Fisac, igual que De la Sota, fue innovador y marcó una época en la arquitectura española.
Para mí, una persona que es capaz de renegar de su tierra, no merece ningún respeto.
ResponderEliminarEl señor Fisac renegó de Daimiel, de su pueblo, de su patria chica. Jamás se sintió identificado con su pueblo. Nos puso a "caer de un burro" en unas declaraciones en 1985 que obligaron a la corporación de entonces, por unanimidad, a revocar el tírulo de hijo predilecto que ya entonces tenía.
Lo de los gañanas es solo un ejemplo de todo lo que dijo, como que él era un señoritoi, su famili pudiente y que todos nos quedábamos embobados con los coches de su familia.
¿En que se airó Daimiel a Fisac? En nada. Otra cosa es que a nivel personal e individual cada cual tenga sus filias y fobias.
Yo reniego de él, como el renegó de su tierra.
Estribillo de una canción de Juanes:
Ama la tierra en que naciste
Amala es una y nada mas
A la mujer que te pario
Amala es una y nada mas
Ama tu hermano ama tu raza
Amala es una y nada mas
Ama tu sangre y no la riegues por ahi
Amala es una y nada mas
¿una persona que reniega de su pueblo insta al ministro que el primer instituto laboral de españa se construyese en daimiel?
Eliminarque sea critico con la actitud de la gente de daimiel es comprensible, yo también lo pienso.
nos creemos los reyes del mambo y lo sabemos todo de todo. sin contar con el rencor y envidias que de eso en el pueblo sabemos un rato. eh, y que no nos chisten, que no sabemos admitir criticas. eso es daimiel, puro y duro.
Yo intuyo que los desafortunados comentarios fueron posteriores a las buenas intenciones. En la exposición que hay sobre Fisac en la Fundación ICO, se expone el Instituto Laboral como uno de los grandes retos a los que se enfrentó, con una idea recién traída de Alemania. Y seguro que escogió Daimiel con mucha ilusión.
ResponderEliminarSigo intuyendo, pero puede que los comentarios posteriores pudiesen deberse a que no se sintió bien reconocido entre los daimieleños.
O quizá era ese su talante. No le conocí. Pero bien justifican esos hechos que dejara de considerársele hijo predilecto, aun siendo buen arquitecto.