ESCRIBIR UN BLOG (Página nº 1400)

Abrir un blog es lo más sencillo del mundo. En cualquier plataforma apenas lleva cinco minutos configurar una cuenta si ya has decidido un título para él. Escribir un blog personal ya es un poco más complicado porque, en los primeros intentos, sientes que no tardarás en acabar los temas, tantos que te parecían antes de iniciarlo y luego suelen ser un pequeño ramillete que no parece dar para tanto, y eso teniendo en cuenta que lo escrito, de alguna forma, ha de interesar a los demás Posicionarlo, es decir, conseguir que tu blog sea accesible, fácil de encontrar, incluso que alcance cierto lugar relevante en los buscadores, es lo verdaderamente complicado porque hay miles de ellos y es bastante difícil conocer siquiera su existencia.

Este blog, Daimiel Diario, ha tenido la suerte de moverse en un ámbito más local, y eso siempre favorece el acceso porque muchas veces el boca a boca está en los primeros acercamientos y, llegado el caso, a una cierta fidelización de buena parte de sus lectores. En este caso la inclusión en el Favoritos de esos usuarios fija el blog como muy accesible y fácil de visitar.

Además, claro, proviene de otro ya existente, el Diario Improbable, perteneciente a una plataforma que tenía enlace, por entonces, en la propia página del Ayuntamiento, y que fraguó al grupo principal de lectores que ahora tiene, aunque sus cifras de visitas fueran más modestas.

Y la inclusión de Daimiel en el título también ha sido importante para ese posicionamiento.

Pero es verdad que este blog no se ha quedado en los temas locales, siempre más apreciados, y quizá eso es lo que permite que cada día se actualice una, dos o tres veces, tocando temas nacionales, nostálgicos, de hemeroteca o humorísticos, que son todos aquellos que a mí me interesan.

El problema es que ha crecido demasiado y ha quedado, quizá, expuesto a lo que no quiere ser, un campo de batalla político. Porque desde que tuvo cierta relevancia comenzaron a atribuirme no sé cuantas intencionalidades políticas de todo color y acusar al blog de estar instrumentalizado por unos u otros según quienes gobernasen. Luego, era lógico, llegaron las acusaciones personales, la pólvora gruesa, otorgándole mucho más valor del que pueda tener un bitácora donde yo me posiciono, y sólo personalmente, ante lo que sucede a mi alrededor.

Después de casi siete años de trabajo Daimiel Diario, ya que es prolongación del Diario Improbable y fruto de una apuesta perdida, es muy accesible, la tercera entrada de la búsqueda Daimiel en Google, y lleva los dos últimos meses superando las 25.000 visitas (en septiembre, 25.065 y en octubre 26.286). Y aún así renunciar al comentario abierto, sin moderación, algo que consideraba irrenunciable, salvo en aquellos casos donde se perdía toda forma, hace que me plantee, como he dicho, ir abandonando. Daimiel, para muchas cosas, es una ciudad, para otras es una aldea, y la motivación para escribir, en estas condiciones, va decayendo. Y sin motivación escribir un blog personal es prácticamente imposible.

Por cierto, quiero agradecer desde aquí el apoyo de muchos de los comentarios a este blog y, perdonar que lo destaque y aunque no la conozco personalmente, el de Carmela, que es el tipo de lectora crítica y argumentada que siempre quise para este blog y que, para mi fortuna, está casi desde el principio enriqueciéndolo.

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