LLEGAN LOS BUITRES (Página nº 1395)

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), esa que a través de muchos de sus federados ha colaborado poderosamente al dispendio y la deuda con sus obras faraónicas, sus sueldos escandalosos, sus dietas y coches oficiales, sus políticas favorecedoras de la burbuja inmobiliaria por su afán recaudador, etc..., ha olido el dinero y como buitres se han lanzado a pedir que se les dé a ellos, ¡a ellos, culpables parciales de que este país esté hecho un cristo!, el dinero que corresponda a las pagas extras de Navidad que se les va a quitar a los funcionarios.

Este país es de chiste, insuflamos miles de millones a las entidades de crédito que han precipitado la crisis con sus gestiones desastrosas al servicio de la patulea política, que nos han hundido en la miseria costando despidos, desahucios, cierres de empresas, dando así premio a esta delincuencia financiero-política capaz de  gastar dinero a mansalva en proyectos disparatados, y donde la intervención de los cargos políticos está en el origen de su desastre.

Bien, pues ahora, cuando para acometer la lucha contra la crisis los propios políticos deciden que cobramos de más, que ellos no, y parchean esta ruina recortando salarios y suprimiendo pagas extraordinarias, vienen los buitres, esa caterva de avariciosos tragaldabas, a reclamar que se les dé a ellos para tapar sus trampas, y viviendo, como vivimos, en un país desnortado y mangarrián, hasta lo mismo se los dan para que dentro de nada reclamen otro trozo y otro y otro más, porque el buitreo es insaciable bajo cualquiera de las siglas que logres componer.

¡Pero si lo que sobran son todos estos buitres, los que crearon el problema y no lo supieron resolver, los que no permitieron la autonomía de los organismos de control que los frenasen, ni de los tribunales que les cortasen las alas mandándolos al trullo, ni de las entidades de ahorro que hasta su llegada cumplían una función menos lesiva para la sociedad y que bajo su control fueron un despendole de amigoteo y desvergüenza!

No puede ser que premien a los buitres, que sólo han frenado su dispendio porque les falta dinero y no porque hayan aprendido la lección. Los otros buitres, las aves excelsas que carroñean en las sierras, son seres mucho más nobles y respetables que este tropel rapiñador.

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