SIEMPRE EL AGUA EN EL CENTRO DE LA POLÉMICA MANCHEGA (Página nº 1344)

Una buena parte de los problemas de la Mancha Húmeda radican en la pésima gestión del recurso hídrico. No importa que hasta hace medio siglo gozásemos del privilegio de un agua abundante y somera porque no la supimos gestionar adecuadamente. No importa que de cinco décadas acá hayamos sobreexplotado estos recursos hasta cambiar el paisaje y convertirlo en irreconocible, desatendiendo las obligaciones de un uso racional y eficaz del agua. No importa que en los dos o tres últimos años, cuando se avista un germen de recuperación del acuífero y, sobre el papel, parecemos ser conscientes de las soluciones, seamos capaces de sucumbir, por enésima vez, al fraude extractivo y a los malos usos que, en teoría, se dicen abominables. 

Por medio, siempre, la política y sus bandazos, la sumisión a los grupos de presión, la trampa de usos como coartada, el desprecio sometido al cortoplacismo en rentabilidad, y siempre, siempre, el aplazamiento de políticas serias, eficaces, sostenibles y ambiciosas. Es la apropiación política de un recurso valioso que es de todos pero en el que todos no parecen contar, y ha sido así independientemente del régimen político o de la ideología gobernante.

Ahora, según denuncia WWF, que en origen apoyó la propuesta y hoy ve que todo se ha convertido en un fiasco, el Banco de Agua está siendo objeto de un uso fraudulento consentido y lejísimos de cumplir los objetivos para los que se creó. ¿Qué puede extrañarnos ya?, ¿qué de nuevo o sorpresivo tiene ese fiasco hídrico si ya tenemos costra suficiente de oros muchos usos indeseables y otros acuerdos incumplidos?

El agua, o su falta, terminará acabando con nosotros, incapaces de enmendar errores o concebir la realidad con una amplitud de miras que garantice unas condiciones futuras básicas para la economía de la zona. El agua, ya lo dicen, será el petróleo del futuro, y aquí andamos siempre rezagados o con el paso cambiado, contemplando como nos esquilman sin reaccionar.

A este paso no me extrañaría ver que los últimos años, antes de desaparecer, el parque nacional se convirtiera en un cazadero elitista de aves donde la rentabilidad económica imponga finalmente su ley. Al fin y al cabo poca rentabilidad más se podría encontrar en una comarca sometida a la voluntad desertizante de la mayoría de decisiones políticas tomadas o consentidas.

Enlace a la noticia:

http://www.europapress.es/sociedad/medio-ambiente-00647/noticia-wwf-denuncia-banco-agua-no-nutre-tablas-daimiel-20121008142034.html

La belleza de Las Tablas, o su valor, puede que no sea compartida por todos, pero siempre fue un buen índice medioambiental para entender la sostenibilidad de nuestro entorno y que pueda terminar, como ya lo ha sido antes, un depósito de aguas subterráneas o de trasvases para su supervivencia, indica bien a las claras que todas las políticas llevadas a cabo han sido un auténtico fracaso, sin excepción.