Pero no soy rico, soy peor, un nuevo rico, si tenemos en cuenta que hasta las dos y cuarto de este miércoles desconocía tal condición. Y aún estoy algo desconcertado y sólo trato de saber mi grado de riqueza para ejercerla.
Lo que no me ha gustado nada es el modo. ¡Caramba!, me da la impresión de que un felpudo, por lo que representa, no es lugar adecuado para desvelarme esa nueva situación tan boyante. Y peor aún, que la intención no sea inocente sino más bien perversa pues no persigue otra cosa que la de orientar a los posibles ladrones de que desistan de robarle a él porque yo puedo representarles un chollo. Es decir, que sólo se alegra de mi riqueza porque así yo paso a ser mejor objetivo para los amigos de lo ajeno.
Y es que lo que me he encontrado este mediodía es lo siguiente:
Claro, que puestos a elegir, el otro día me encontré a una persona que llevaba escrito en su camiseta: "El que va a mi derecha es un gilipollas", y casualidad o no, el que caminaba a su diestra parecía darle la razón. Puestos a elegir prefiero pasar por rico que por gilipollas, la verdad, pero aún así lo mismo me compro yo un felpudo que diga. " Mi vecino tiene menos dinero pero lo guarda todo junto debajo del colchón". Todo sea por la guerra psicológica y andar dándole pistas a los cacos.
Nota.- El texto del felpudo de mi vecino es real y es el que aparece en la foto. Hoy al llegar a casa me ha arrancado una sonrisa. El resto es puro humor, como indica la etiqueta, que luego algunos lo toman por real.
Yo que tú encargaría un felpudo que dijera:
ResponderEliminar"Roba a este pringao. Soy rico pero todo mi dinero lo tengo en las Islas Caimán"
Pues yo pondría: "mi vecino es pobre y además la tiene pequeña", jua, jua, jua...
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