viernes, 16 de marzo de 2012
EL LIMBO FUTBOLÍSTICO (Página nº 834)
Nada que tenga que ver con el futbol suele tratarse con objetividad. Nada, tampoco, en el futbol parece discurrir por la normalidad. Y ahora, como ayer, como antes de ayer, como antes de antes de ayer, asistimos a esa sensación de impunidad que rodea al balompié profesional que, a pesar de alguna amnistía fiscal del pasado, sigue acumulando deudas e impagos de todo tipo que difícilmente se pagarán en buena parte de los casos.
Ahora se airean las deudas contraídas con la Seguridad Social, con la Agencia Tributaria, porque toca hablar de ellas pero nada más. No ha de esperarse que se vaya más allá de focalizar una circunstancia pero dejar que todo siga igual. Porque el futbol, desde los mismos ayuntamientos, como en el propio caso de Daimiel, hasta cualquier otra administración siempre se muestra generosa con sus equipos representativos y cuando la cosa pinta mal con alguno de los más potentes allí salen contratos televisivos autonómicos, cambios urbanísticos favorables, trueques de terrenos ventajosos y lo que haga falta para que el nuevo opio del pueblo siga distrayendo al personal.
Porque el futbol está en un limbo incomprensible. Incluso algunas de las empresas más potentes en cuanto a marca e ingresos aparecen como sociedades deportivas sin ánimo de lucro, lo que ya es la releche. Y lo mejor es que esta posición parasitaria la explotan al máximo para obtener nuevas prebendas o condiciones muy ventajosas para afrontar sus compromisos tributarios.
Claro que desaparecen clubes, siempre en categorías inferiores, pero reaparecen con otro nombre y el respaldo social y administrativo antes de volver a acumular deudas. Porque incluso en estas categorías juegan a la profesionalidad sin capacidad real de poder asumirse y tirando de parte de recursos municipales. Viviendo una realidad que no es la de los pequeños o medianos empresarios, los de los ciudadanos de a pie, que ven como la Agencia Tributaria no se muestra tan contemporizadora con sus deudas como con las de estos equipos de futbol.
Eso sí, estos últimos además de contar con la comprensión política parecen contar también con la adhesión ciudadana inquebrantable que parece más sensible a sus colores que a la situación económica de muchas personas obligadas a cerrar sus empresas por la crisis. ¡Pues nada, pelotilla y a correr, que al parecer los duelos con "futbol" son menos.
(>+<)
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Pan y circo.
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