Me hizo gracia leer esto en daimiel.es, con esa costumbre de colocar nombres rimbombantes a pequeñas hazañas personales o de grupo. Son formas de buscar una relevancia que estimule lo que pretende conseguirse y transmitir a los demás, compartir con ellos, lo que de otra manera apenas interesaría. No era mi caso ya que los protagonistas del desafio son familiares míos y conozco de primera mano la preparación e ilusión puestas en ese desafio personal y, además, comprendo que el mundo del atletismo encierra muchas de estas pequeñas/grandes historias de retos personales que, difícilmente, traspasan el propio ámbito atlético.
He estado todo el día pendiente de conocer los resultados de la Marathon Nocturna de Bilbao y hasta hace un rato no han estado disponibles. Para Rodrigo iba a ser su primera experiencia en esa distancia y sé que la afrontaba con ganas pero con cierta inquietud. Su objetivo, me contaba, era bajar de las tres horas de carrera y nada hablamos de puestos, por eso me ha sorprendido gratamente hallarlo en la decimoctava posición y con un tiempo de 2 horas, 54 minutos y 3 segundos. Me imagino su satisfacción, esa alegría íntima de superar lo que constituía un reto desde que por su cabeza rondaba el lugar y oportunidad de afrontarlo.
Para Oscar, con el que no pude hablar antes de la prueba, la marathon, como prueba, ya era un salto dado, algo que ya le había pedido el cuerpo desde hace tiempo y le había llevado a disputar las de Badajoz y Sevilla, y según leía en la web municipal su intención era bajar de 3 horas y 30 minutos, tiempo en el que se movía según los precedentes anteriores, y acercarse a las 3 horas y 20 minutos. Su puesto final, el centésimo vigésimo primero, le llevaba a un tiempo de 3 horas 22 minutos y 30 segundos, cerca de su doble objetivo. Le supongo, también, muy contento de su prueba sumada a un largo viaje previo.
Pensándolo bien tenía razón el redactor de la noticia, era todo un desafio para ellos, y una alegría también para quienes les seguimos y entendemos el valor de lo que hacen y el trabajo para conseguirlo. ¡Enhoranuena, Oscar!, ¡enhorabuena, Rodri ! El atletismo tiene mucho de voluntarismo, de metódico, de sacrificio, que la gente que lo practica vive con gran pasión, y estas alegrías son un buen combustible para persistir.
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