jueves, 25 de agosto de 2011

AYER PERDÍ 200.000 EUROS... (Página nº 188)



... por los puñeteros zapatos rojos de Gargamel, aquel individuo animado que intentaba ser el azote de los pitufos. Y es que llevo unos días jugando on-line, y haciendo tandem con mi sobrina de trece años, a "Atrapa un millón", ese juego de ocho preguntas que emite Antena 3 y, por primera vez, perdí todo el dinero, me "arruché", como decíamos de crios cuando nos quedábamos sin cromos jugando al gua o a cualquier otro juego de canicas. Y lo peor, que siendo yo tan competitivo, me dolió como si los hubiera perdido de verdad, y eso que soy poco amigo de las apuestas y de los juegos de azar.


Pero aún me molestó más no recordar, ni de lejos, aquellos zapatos rojos cuando presumo de tener una memoria casi fotográfica y de ninguna manera encontraba yo aquel tono rojo en la imagen mental que tenía de Gargamel. Es posible que en esos detalles uno descubra que sus habilidades personales estan sobrevaloradas y que, en realidad, creemos ser capaces de cosas que luego estos pequeños detalles cuestionan y erosionan.


El caso es que mi sobrina apenas me pudo ayudar porque desconocía al tal Gargamel y yo coloqué, seguro, los 165.000 euros que todavía tenía a la altura de la sexta pregunta, pues ya había dejado 35.000 en una pequeña duda anterior, en la casilla equivocada, y al esfumarse ese dinero por la trampilla quedé pensando que nunca unos zapatos rojos de hombre, ¡ni los del Papa!, podrían valer tanto dinero. Pero, como digo, sentí más el golpe en la autoestima descubriendo que mis recuerdos y mi memoria fotográfica no eran tan fiables como yo los estimaba.



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