jueves, 28 de julio de 2011

QUEJAS Y AMENAZAS (Página nº 113)




Andas los farmaceúticos colocando carteles en sus establecimientos en los que amenazan con no dispensar medicamentos alegando que la administración, Junta de Castilla-La Mancha, no les paga y que, sorpréndanse, ya acumula retrasos de 90 días. ¡Quién los pillara!, como me contaba un familiar la anécdota de su jefe, ya con noventa y muchos años. Resulta que el establecimiento en cuestión tenía un escalón de acceso algo elevado y un cliente, quejoso, dijo un día: ¡vaya escaloncito, jefe, para alguien como yo, con noventa y un año!, a lo que el jefe en cuestión, raudo, contestó ese ¡hombre, quién los pillara!.


Sí, porque un retraso de noventa días, con ser mucho, queda lejísimos de los muchos meses y hasta años que algunos están esperando para cobrar de la Junta de Comunidades y no hablamos sólo de empresarios privados sino de organismos públicos.


Pero los farmaceúticos, incluso a riesgo de igualarlos a todos aunque conozca la enorme diferencia de facturación entre algunas farmacias y otras según donde se localicen, amenazan con cerrar sus establecimientos y negarse a vender los medicamentos demandados partiendo de una situación, creo, que privilegiada y que, a mi modo de ver, no justifica la medida.

Lo primero de todo es que la farmacia parte de una concesión administrativa, de por vida y heredable, limitada en número y cuya rentabilidad no parece en cuestión vistas las cantidades que se desembolsan en esa compraventa de derechos. Si incumplen el objetivo de la concesión creería hasta justo que la administración retirase dicha concesión administrativa y más cuando se pretende tomar a los ciudadanos enfermos como rehenes de sus reivindicaciones negándose a dar unos medicamentos a personas que están pagando con sus cotizaciones e impuestos un servicio así.

Por supuesto que tienen derecho a cobrar, ¡faltaría más!, como todos, ni antes ni después, pero sin amenazas de ningún tipo. Ellos han sido, precisamente, los grandes beneficiados durante años no sólo de la forma de funcionar, a través de cooperativas propias, sino que se han llevado el grueso, junto a las farmaceúticas, de esa febril y abusiva dispensa de recetas para todo en la que se ha convertido la cultura sanitaria en España y que nos coloca como el segundo país del mundo en consumo de medicamentos y sólo detrás de EEUU que, no lo olvidemos, tiene site veces más población.

Lo grave, nuevamente, es que las administraciones, la de Barreda en este caso, ha llevado adelante una gestión tan pésima, tan desproporcionada y fuera de control, que ha terminado llenando de impagados a todo quisque, y los farmaceúticos, a salvo siempre de estos vaivenes, acaban de caerse del guindo por noventa días y han reaccionado fatal, amenazando a los únicos no culpables, los enfermos que requieren de tratamientos farmaceúticos que han de ser garantizados.

4 comentarios:

  1. La Junta no es que sólo no esté pagando a las farmacias, es que no está pagando desde hace 3 meses los medicamentos que necesitan los castellanomanchegos. Los farmacéuticos han comprado esos medicamentos de su propio bolsillo durante estos tres meses y muchas farmacias (sobretodo del ámbito rural) se encuentran ya sin liquidez y sin posibilidad de seguir adquiriendo más medicamentos. La situación de impago de los medicamentos es probable que se prolongue por lo menos hasta enero (http://www.elglobal.net/articulo.asp?idcat=643&idart=546491). Ante esta situación de falta de liquidez un farmacéutico se plantea dos opciones:
    -OPCIÓN A: Dejar la farmacia abierta, y seguir dispensando medicamentos del seguro hasta agotar existencias. Informar a los clientes de la situación de desabastecimiento que se va a producir inminentemente(que no amenazar)

    -OPCIÓN B: Arriesgarse e hipotecar su casa o su patrimonio personal (en farmacias de reciente apertura en pueblos pequeños es harto difícil) para adquirir la liquidez suficiente para comprar los medicamentos que debería pagar la Comunidad, aún sabiendo que puede cobrar esa deuda a muchos años,o incluso que la Junta tenga que negociar un quite de ella. El gasto medio en medicamentos que tiene que hacer una farmacia es de unos 42000 euros mensuales (50 millones de euros al mes en gasto farmaceutico y 1200 oficinas en la región) y los bancos y cajas no están admitiendo el futuro pago de la deuda por la Comunidad como garantía. Una farmacia se verá a finales de año con una deuda de unos 300000 euros.

    El problema es que si muchas de las farmacias se decantan por A, las que se arriesguen con B tendrán que asumir también todas los clientes de éstas y la consiguiente deuda.

    Por otra parte, dices que los farmacéuticos deberían cobrar ni antes ni después, pero eso se contradice con lo que dices de que los tratamientos farmacéuticos han de ser garantizados. ¿Es el farmacéutico el encargado de garantizarlos adquiriéndolos con su propio dinero? En ningún caso. Pero lo ha hecho estos tres meses mientras ha podido. Si piensas que no deben quejarse ni informar de esta situación que ha llegado al punto de ser insostenible, ¿cómo crees tú que deberían actuar?

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  2. Cuando digo que ni antes ni después me refiero a que ni se debe priorizar ni posponer al de otros acreedores que esperan cobrar lo que se les adeuda, que no deben recibir trato preferente.
    Comprendo tu razonamiento, dado que la mayor parte de la facturación corresponde a pagos de la administración, pero al final el perjudicado del desabastecimiento o cierre va a ser el ciudadano que ha pagado religiosamente o se le ha devengado su parte de sueldo para ese fin.

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  3. El problema no es sólo la deuda acumulada estos 3 meses, sino el seguir sin recibir la cantidad necesaria mes a mes para comprar los medicamentos de ahora hasta el mes de enero. Los farmacéuticos probablemente estén de acuerdo en que los 3 meses que se adeudan se les vayan pagando según se pueda, pero si resulta necesario y prioritario ir realizando los pagos de los meses siguientes, porque en caso contrario va a ser inevitable que en muchas farmacias se interrumpa el suministro. ¿Tu crees que no es duro para un farmacéutico decirle a un cliente que no puede darle el medicamento porque no puede ya pedirlo al proveedor? Porque además como bien dices el ciudadano está pagando religiosamente para este fin, pero el farmacéutico no puede hacer mucho más si este dinero se está utilizando para otras cosas, por lo que tendrá que protestar y advertir de las consecuencias derivadas de la prolongación del impago.

    Por otra parte esta la postura de la administración: un gobierno nuevo del PP que se se encuentra con un estado de las cuentas lamentables, y que decide que pagar los medicamentos de la región ahora mismo no es prioritario (pero curiosamente se hace lo mismo en comunidades mucho tiempo gobernadas por el PP como Murcia o la Rioja). A este gobierno evidentemente no le interesa que los ciudadanos le puedan ver como el responsable del desabastecimiento e intentará por todos los medios desviar la responsabilidad hacia las farmacias, sin explicar que es él y no el farmacéutico el responsable de pagar los medicamentos, porque es él y no el farmacéutico el que recibe cuotas de los ciudadanos todos los meses para ese fin. Por todo ello, yo defiendo que las medidas que están tomando las farmacias son perfectamente razonables y no sé me ocurre de que otra manera podrían actuar.

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  4. Te agradezco este tipo de aclaraciones porque ayudan a entender mejor el problema. Por supuesto que siempre mantengo que la responsabilidad está en la gestión política que se ha hecho del dinero y espero entiendas mi preocupación por el efecto final en el consumidor, que en el caso de las farmacias, son especialmente sensibles en muchos de los casos al impacto que estas medidas tendrían.
    Personalmente me ofrece otra prespectiva a considerar que había obviado.
    Un saludo.

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