NEGRO SOBRE NEGRO (Página nº 1604)

Hay que ver el ingenio de algunos políticos para el engaño y el sobresueldo. Incluso no dudan en engañar a los propios compañeros de partido y a quienes le han situado en el lugar que les ha servido para su engaño, como ese Carlos Mulas, director de la Fundación Ideas, del PSOE, que había registrado el nombre de una columnista ficticia, Amy Martin, a la que pagaban suculentas cantidades que el mismo se embolsaba. Más de 50.000 euros pagados a esa identidad inventada por el tipo pero silenciada para que nadie se enterase de que era él mismo, el que había contratado a la inexistente columnista, quien se lo llevaba crudo.

Si ya ésto de las fundaciones tiene su guasa, las de los partidos políticos y sindicatos, alimentadas por dinero público y donaciones a la remanguillé, son la quintaesencia de la perversidad que encierran esa constitución de fundaciones tan prolífica como discutible. Pero puesto que la legislación permite esa figura ventajosa desde el punto de vista fiscal, y en estos casos últimos, hasta acaparadora de subvenciones, lo que ha hecho que proliferen como setas, se ve que algunas dan cabida a todo tipo de malas prácticas y corrupciones, con contratos a amiguetes, familiares y afines o, como este caso, al autoempleo en negro a través de un heterónimo femenino de a 3000 euros por artículo escrito en la web de la propia fundación.

Ni qué decir que descubierto el engaño de inmediato le han destituido del puesto, no faltaba más, pero cayendo la que está cayendo con el descrédito político este nuevo episodio, que ni de lejos será el último, solo hace mas que evidenciar el mundo podrido que subyace en la política y que se extiende hasta prolongar la sospecha sobre la casta incapaz de promover su autoregeneración.

Por cierto, que el amigo es consultor del FMI y hasta escribió un libro sobre la corrupción, lo que explica tantas cosas.

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