Hay quien muere discretamente. Otros, en cambio, deciden, por distintas motivaciones, que su adiós a esta vida no pase desapercibido, incluso involuntariamente, y para ello se recurre a todo tipo de suertes y recursos. Entre todos están los que se alimentan de rencor, producto quizá de un acontecimiento trágico, de un hecho ofensivo o de una relación rota, y han transformado su dolor en una forma siniestra de rabia que aguarda una fórmula de venganza.
Cuento todo esto porque hoy he visto esta esquela, aparecida en ABC, pero recogida por "El Huffington Post", en la que una mujer ha querido "perdonar" a sus hermanos y a su hija dejando bien a las claras que el motivo era la falta de cariño y apoyo mostrado hacia ella en su larga enfermedad, un desaire público puede que merecido o no, pero que ha puesto en una situación delicada a los allí mencionados con nombres y apellidos.
Antiguamente se desheredaba, que era esa otra forma más dolorosa de venganza cuando el finado tenía posibles y los posibles herederos esperaban ese maná post-mortem con cierto anhelo, pero ahora se parece preferir ese escarnio público de una esquela carísima en un diario de tirada nacional, no se si añadido a otras decisiones testamentarias:
Y cabe preguntarse, ¿ahora ya descansará en paz?
Lo que me llama la atención es tanta mayoría en el "abandono", y si además la señora es capaz de "dejar encargada la publicación de esta esquela", no creo que practicara ni el perdón ni la caridad cristiana con sus familiares, dicho lo cual se explica la unanimidad en "la absoluta falta de cariño". Seguramente el hijo lo heredará todo y la hija impugnará el testamento añadiendo así más sufrimiento, pero eso ya no lo contarán......, o sí, tal vez haya que esperar a que se muera el próximo.
ResponderEliminarMe encanta la gente con caracter.
ResponderEliminarCada uno es cada cual y cada cual tenemos nuestras cosas y personalidad. Respetar es lo importante y que nos respeten tambien lo es.