domingo, 30 de septiembre de 2012

CON LOS COJONES EN LA BOCA (Página nº 1322)

Posiblemente sea la palabra que más se utilice en el lenguaje informal, una expresión, en sus múltiples formas, que desborda el habla popular y que aparece en sus muchas variantes y sentidos con tal frecuencia que hace unos meses escribí una entrada llamada "De Cojonlandia a Gúevoquistán" a partir de dos pilladas célebres de presidentes del Congreso (Trillo y Bono) que coloqué entonces allí para reforzar ese afán español de andar siempre con los cojones, o su variable menor "güevos", en la boca.


 Y es que siendo nuestro castellano tan rico en términos tenemos una cierta fijación en los atributos masculinos para reforzar algunas expresiones que, curiosamente, se contraponen a todas aquellas que expresan reflexión, razonamiento, ponderación, mesura, y que, en teoría, debiera imponerse ante cualquier manifestación, acción, opinión o intención. Pero no, los cojones por delante, con lo que eso expresa de urgencia, fuerza, irreflexión, mando incuestionado y falta de debate razonado. Somos un país testicular, pero casi siempre de boquilla, como si necesitáramos esa exhibición verbal para darnos fuerzas y coraje o como si no nos valiera otro arma intelectual o dialéctica menos impositiva y más serena. Es más, creo que muchas veces esa contundencia del lenguaje queda en el alarde y poco más, y expresamos en estos términos para hacer creer que lo que hacemos o dejamos de hacer es por propia voluntad cuando, en realidad eso no está tan claro.

Yo mismo he utilizado este término en varios sonetillos para mostrar contundencia, para darle una aparente fuerza al tema versado y para que parezca más beligerante.

Lo dicho, vivimos en Cojonlandia o en Güevoquistán, con un lenguale que nos define así, como viscerales, brutos, primarios, explosivos. Se nos llena la boca de cojones y güevos que arrojamos en la conversación con orgullo demostrativo pero, en general, con una inocuidad aplastante, y en un uso que ya rebasa sexos y niveles culturales.

Hoy me he encontrado este vídeo que presenta los muchos usos que hacemos, de una manera gráfica y veloz, de esta palabra española que, posiblemente, sea la que más variantes expresivas ha logrado arracimar en torno a ella:


 


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2 comentarios:

  1. http://politica.elpais.com/politica/2012/09/08/actualidad/1347129185_745267.html

    Este enlace es un artículo de César Molinas da "una teoría de la clase política española". Es un poco largo pero vale la pena leerlo. Tanta repercusiòn ha tenido este artículo que hoy dos políticos, uno del PP y otro del PSOE, se han referido a el defendiéndose de sus acusaciones.

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    1. Estoy de acuerdo en el análisis del artículo y comulgo con sus conclusiones y propuesta.

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