El Gobierno de la Generalitat persiste en mantener esas pseudoembajadas catalanas por el mundo que le cuestan un pastón pero a cambio cierra hospitales o determina que a partir de las cinco de la tarde está prohibido tener un infarto en las zonas próximas a ciertos hospitales que han reducido su horario de atención, como en el caso de ese señor que llegó con su infarto a las cuatro y media de la tarde en una ambulancia y le dijeron que nanay, que lo mandaban a otro con horario de 24 horas que estaba a !100 kilómetros!...¡para haberse muerto!. Ya se ve cuáles son las prioridades de estos infames politicuchos a los que su infarto les pillará siempre a mano de un hospital público sin limitación horaria o de una clínica privada la mar de eficaz. Por eso no puede dejar este infame comportamiento sin dedicarle este sonetillo infartante:
¡Madre mía, es que me parto!
¡Vaya gentes dasalmadas!
¡Que mantienen embajadas
y a joderse el del infarto!
Y es que ya ni lo descarto,
que tantas "catalanadas"
queden siempre priorizadas
a la hora del reparto,
que el dinero que se gasta
en "tontás" es mucha pasta
y no hay para sanidad ,
y antes cierran hospitales
que organismos oficiales
¡ y eso sí que es mezquindad !
El enlace a la noticia:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/01/04/actualidad/1325639574_293867.html
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He pensando justo lo mismo cuando he visto esta noticia, supongo que al igual que cualquiera que piense con un poco de cordura.
ResponderEliminarLa lastima de esto, es que, si a un familiar de un politico le pasa algo, ira a la sanidad privada, ya me gustaría que tuvieran que ir a urgencias públicas, y le dijeran que no le atienden porque son más de las cinco de la tarde.
ResponderEliminarTal vez si eso ocurriera, darían marcha atras, pero como no sera así, soñemos que es gratis (por ahora).
Que los Reyes traigan carbón a aquellos que hacen mal las cosas, y a los demás que les traigan salud y muchos regalos.