lunes, 2 de enero de 2012

LOS INTOCABLES (Página nº 599)

En el hinduismo los Intocables son una casta tan sumamente baja en la estructura social que ni tan siquiera estaba contemplada en esa inicial configuración estratificada. Pero no son estos los "intocables" de los que quiero hablar hoy ni tampoco de los de Eliot Ness, aquella famosa serie televisiva de los sesenta protagonizada por Robert Stark, sino de los que han construido esta estructura de múltiples administraciones, capaces de solapar funciones y ser el verdadero tragaldabas económico de nuestro país, una auténtica rémora devoradora de presupuestos, y que nuevamente ha quedado al margen de los recortes políticos porque la verdadera casta que los sustenta vive de ellas y vive muy bien.

Es llamativo que el grueso de las medidas económicas tomadas por el nuevo gobierno, igual como sucedió con el anterior, recaigan en las mismas gentes y nunca, ni tangencialmente, afecten a las estructuras de poder más allá de la eliminación cosmética de algún ministerio, consejería o delegación. Y mientras se espera que suba el IVA, acompañando otras subidas ya aprobadas como las del IRPF o el IBI, y se pide un esfuerzo a todos para salir de la crisis, observamos con claridad que nada ni nadie hace nada para modificar la Constitución y darle la boleta al inútil Senado, acomodadero político por excelencia de nula utilidad y alto presupuesto. O que liquiden las Diputaciones, colocadero de cargos y excargos bastante oneroso para el bolsillo de todos. O que dimensionen adecuadamente las Comunidades Autónomas devolviendo competencias, suprimiendo canales televisivos para adulación de gobernantes, y ajustando gastos.

Porque ellos son los verdaderos "intocables", el cancer económico que ha disparado la deuda, el mayor lastre de todo este disparate de gastos que se han fraguado los políticos visceralizando los sentimientos de pertenencia.

Ni Zapatero, como antes los demás presidentes, ni Rajoy parecen dispuestos a meter mano a ese tumor que se extiende sin control y compromete aún más nuestra situación. Y si los ciudadanos tienen que ganar menos y pagar más que no sea, al menos, para seguir gastando lo mismo en mantener a esa caterva de "intocables" y su hinchada administración, con la connivencia de un pueblo domesticado y mudo.

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