EL "CASO IVELSA", ¿ES QUE NO PUEDE HACERSE NADA MÁS? (Página nº 3678)

Ayer, en el turno de preguntas, asomó un Leopoldo indignado, cabreado, pero también impotente, entregado. Apareció cuando le preguntaron por la situación del PAU que la empresa daimieleña IVELSA desarrolla, y es un decir porque aquello anda parado varios años, bajo el nombre de Santa María y que además de afectar a la misma urbanización de parcelas afecta a los viales de comunicación que se encuentran, lógicamente, boqueados.

 

 

 

La verdad es que tras ver la intervención del Alcalde, renunciando ya a cualquier tipo de reunión vista la inutilidad, pero contundente en cuanto a que el Ayuntamiento no va a asumir responsabilidades sobre los viales mientras la empresa no cumpla con su obligación de terminar la urbanización de esa unidad de actuación, me pregunto: ¿es que no tiene instrumentos el Consistorio, ya sean sancionadores o por vía judicial, para hacer que la empresa termine de ejecutar a lo que se comprometió y que, en un primer lugar, era antes de 2011 y posteriormente se le prorrogó hasta 2012?

 

Yo no lo sé, la verdad, pero de no tener estos instrumentos la verdad es que nos encontraríamos en un grado de indefensión absoluta frente a una empresa incumplidora y eso es grave, muy grave, porque crea un importante problema en el proyecto general y, de alguna manera, las responsabilidades adquiridas sirven de poco si no existen formas de exigir que se cumplan.

 

Pero hay algo aún más grave, la situación de quienes, de buena fe, adquirieron ya parcelas de esta promoción y están viendo, impotentes, como transcurren los años, en algunos casos más de un lustro, y aquel dinero pagado no les permite levantar las viviendas que ansiaban pero que, además, tendrán difícil realizar vista la parálisis de la empresa que, incluso en las redes sociales, no tiene actividad desde 2012. Supongo, pero lo ignoro, que algunos de estos damnificados habrán emprendido acciones judiciales por separado o en conjunto contra la empresa. Y supongo también que serán pocos porque si no el escándalo sería impresionante y suficiente para hacer actuar al empresario en cuestión a poco que se movilizaran.

 

Cabe recordar que IVELSA ya protagonizó, con el PAU de Pedreros, el derribo intencionado de una de las chimeneas industriales que adornaban Daimiel y que tras hablarse de una multa de 300.000 euros creo que quedó finalmente en nada porque cargarse patrimonio suele salir gratis y si no díganselo al que destruyó aquella motilla.

 

No sé, me preocupó ese Leopoldo como resignado, porque el Ayuntamiento, a mi juicio, debería contar con instrumentos para evitar esas situaciones y, si no los tiene, algo falla en la legislación que nos perjudica a todos y solo beneficia al infractor.

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