He aquí una pequeña historia de amor contada con mil cafés:
Hay un amor siempre alrededor de las cosas pequeñas, cotidianas, que termina por salvarnos. No son las cosas, son las personas, y ahí está precisamente lo grandioso.
Por eso siempre conviene volver sobre las pequeñas cosas de la vida.
¡Que bonito!
ResponderEliminar¡Cuantas cosas esconden los cafes!
ResponderEliminar¡Cuantas tertulias, cuantos secretos, cuantas ganas de juntarnos con las personas... en definitiva, lo importante de estos cafes son "la vida".