Cuando les escuchas y observas tantísima distancia entre cómo conciben unos y otros la misma cuestión lo que se pone primero en duda es la objetividad y la sinceridad que nos muestran. Porque esa tendencia al blanco y negro suele ser algo que, creo, tira para atrás a mucha gente sobre las formas de hacer política porque es difícil entender visiones absoluta y radicalmente tan enfrentadas y que no deberían existir en toda esa dimisión con un análisis serio que sacaría, si, aspectos discutibles pero también afinidades.
Me pasó ayer con la moción de IU sobre el tema de la Ley de Seguridad Ciudadana que está cerca ya de ser aprobada. Y conste que yo estoy en contra de muchos aspectos de este proyecto y que la entiendo como una ley retrógrada, con la que se pretenden proteger a sí mismos quienes la formulan pero deja demasiadas puertas abiertas a usos poco garantistas de los derechos de la gente.
Tan pronto te encuentras con la postura de IU y del PSOE, que ya sabemos que a nivel nacional se han comprometido contra ella, conduciéndonos a un regreso al franquismo, sobre todo los primeros con el parlamento de Galo, al penúltimo acoso al ciudadano antes de atacar los últimos derechos que aún quedan a salvo de las acometidas legislativas del actual gobierno, como que hay que escuchar a la portavoz popular diciendo que esta ley es la repera porque "garantiza más seguridad, más libertad y más garantías a todo aquel que se comporte dentro de los límites de la Constitución."
Cualquier espectador razonable del debate sobre la moción y capaz de dejar a un lado su querencia política se preguntaría como es posible que la misma ley pueda abocarnos a los nefandos tiempos del dictador y a la vez sea capaz de garantizar más seguridad jurídica y libertad que la anterior a la que quiere sustituir y no le quedaría otra que pensar o bien que estamos ante gente extremista y radical, y no me lo parece, o que prefieren sumergirse en la impostura, estirar los argumentos ladinamente y tender a la exageración. Vamos, que ni son objetivos ni son sinceros en el debate. Y entonces no quedaría más que desconfiar de unos y otros cuando están ofreciendo a los ciudadanos verdades a medias y mentiras interesadas, argumentarios que ya ni propios se alimentan desde las ejecutivas provinciales y nacionales con otra intencionalidad.
Claro, es casi imposible que, públicamente, IU, PSOE y PP reconozcan coincidencia por aquellos aciertos de la nueva ley, que los hay, o que admitan errores de bulto, que abundan, y prefieren encastillarse en posicionamientos exagerados que al ciudadano no informan sino que pretenden solo alinearlo hacia un extremo u otro por puro rechazo.
Como verán no hablo de la moción en sí, que ya lo haré, pero me parece necesario señalar este aspecto.
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Yo no les creo, se olvidan de que son ciudadanos daimieleños y les hacen el juego a sus patidos
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la opinión de las 23.27. Se olvidan que son ciudadanos y políticos daimieleños, sometidos a sus partidos de rodillas.
ResponderEliminarEso hasta ahora,presiento que el psoe con Eva va a marcar un cambio muy importantw para Daimiel
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