DIME, DIME POR QUÉ...(Página nº 2939)

¿Por qué la Ley de Seguridad Ciudadana (su proyecto) solo la respalda el Partido Popular y su mayoría absoluta?

¿Por qué abominan de ella el resto de partidos representados en el Parlamento?

¿Por qué órganos como el Consejo de Estado, el Consejo General del Poder Judicial o la Federación Española de Municipios y Provincias respaldan el proyecto de Ley?

¿Por qué el Consejo de Europa o la Organización para la Seguridad y Cooperación de Europa se posicionan en contra?

El PP, desde luego, abandera la Ley pero no ha logrado convencer a nadie. O la Ley es mala, malísima, o todos se han confabulado contra quienes gobiernan. Pueden elegir, pero las leyes que nacen de imposición y falta de acuerdos nacen muertas y están condenadas a ser modificadas cada dos por tres lo que es penoso, supone una gran pérdida de tiempo y energía y demuestra poco valor en la búsqueda de diálogo y consensos.

Los que abominan de ella han cerrado compromisos de liquidarla en cuanto pueda y si tenemos en cuenta que representan a una gran cantidad numérica del electorado cabría pensar qué les lleva a ese frentismo, si el mero hecho de oponerse o una base lógica para hacerlo.

Los órganos nacionales que apoyan la Ley, y ya lo señaló Galo en el Pleno, tienen de independientes lo que yo de monje cartujo y es sabido que se controla por peones afines a quienes gobiernan. Esgrimir ese respaldo, sinceramente, carece de valor.

Los órganos europeos pueden tener una visión más alejada pero también más global y llama la atención que no estén en sintonía con los postulados de la Ley que se pretende aprobar, lo cual, al menos, debería hacer reflexionar.

Mi postura ya la he expresado en otras entradas, es una ley innecesaria como se formula, hecha ad hoc para unas circunstancias que incomodan sobre todo a quienes gobiernan pero que posiciona a los ciudadanos en una situación de indefensión al perderse ciertas garantías jurídicas. Es claramente un paso atrás, una ley restrictiva que no aboga tanto por los derechos globales como cabría esperar de una ley de 2015 sino por un sentido arcaico de blindarse ante los ciudadanos.

Vamos para atrás, como los cangrejos, y con el mensaje de que si eres un niño bueno la ley es buena, lo que es bastante simplista cuando ser niño bueno solo te hace perder derechos y ser despreciado como ciudadano según lo que venimos viendo desde hace bastantes años.

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