Fue el pasado viernes por la mañana, día ventoso y desagradable. La sorrasca gigante decidió acometer contra los coches estacionados junto a la piscina cubierta para después arrastrarse hasta el paso de peatones, en esa Avenida de los Deportistas, y situarse justo en medio, de modo que los vehículos que circulaban por allí andaban esquivándola por uno u otro flanco.
El espécimen, que aparece tanto en el vídeo como en la foto, alcanzaba los dos metros de altura y se erigía en aquel paso con honores de rotonda, visto las maniobras que unos y otros hacían para esquivarla.
Eso sí, la sorrasca estaba allí sola. Nada que ver con lo sucedido otro día ventoso en la Hoya, donde se acumularon por decenas en un espectáculo singular que alguien colgó en facebook pero que no he podido encontrar para la ocasión.
Yo me marché y allí quedo la sorrasca, o correvuela, dirigiendo el tráfico a su antojo durante largos minutos hasta que alguna ráfaga de viento más fuerte, supongo, la llevara hacia otro lugar.
Hice la foto y el vídeo para un instante como ahora, cuando un poco de humor viene bien después de tanta entrada controvertida o generadora, al menos, de debate.
*
jaja, Podemos es la sorrasca de la política española, hace que todos quieran esquivarla pero termina haciendo mover a todos a su alrededor
ResponderEliminarSi podemos es el sorrasca, terminara desapareciendo.
ResponderEliminardespues de soltar sus semillas por todos sitios
Eliminarha habido alguien que haya retirado la sorrasca o todos los que la vieron la dejaron pasar de cerca
ResponderEliminar