Recuerdo ahora que cuando se cerró la Escuela-Hogar de las Damas Apostólicas y poco después se empezó a hablar de la Casa de Abraham fueron bastantes los comentarios contrarios a su instalación. Como suele ocurrir para mucha gente, quizá por la falta de información pero también por los prejuicios, suponía poco menos que instalar en el centro de la ciudad un mercado de la droga.
Hoy, con la perspectiva del tiempo, esto resulta ridículo, pero entonces fue mucha la inquietud y oposición, numerosos los comentarios contrarios y algunas las maniobras para evitarlo, por más que ahora, entre quienes protagonizaron aquel frente, nadie lo reconocería viendo cómo ese centro de Cáritas se ha integrado perfectamente en la vida daimieleña y cómo, también, trabajadores, voluntarios y residentes han logrado trabajar por unos objetivos loables que solo persiguen ayudar a personas para recuperar su autoestima, alejar fantasmas y ofrecerles otra vida mejor, una oportunidad mucho mejor que el lamento, la pena y la lástima que apenas aporta.
Desde entonces son muchas las personas que han ido pasando por esta Casa de Abraham, algunas, incluso, que han arraigado en Daimiel, que han encontrado entre nosotros el sitio para reemprender una vida digna, realizar un trabajo y creer en ellos mismos. Otros marcharon para iniciar esa travesía vital con nuevos objetivos y mejor horizonte. Y aunque también hay fracasos, que el camino es duro, a veces terrible, es de valorar la encomiable labor de Cáritas y desearles desde aquí que puedan seguir llevando a cabo esta labor, tan en riesgo en algún momento por la escasez de recursos pero tan necesaria.
Dejo aquí el vídeo que he encontrado en miciudadreal.es, "Visibles", donde se recoge el testimonio de cuatro personas que ya ven la vida de otra manera, entre ellos a Gerardo, al que conozco y aprecio, y que ayuda a comprender mucho de lo que se hace en la Casa de Abraham cada día desde que se instalaron en Daimiel:
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Mi felecitación para las personas valientes que un dia deciden reconducir sus vidas y en especial para las cuatro que hacen este reportaje.
ResponderEliminarFelicidades a Cáritas que hacen una labor fantástica.
En lo que refieres y denominas que iba a ser un mercado de la droga, te has pasado un poquito, algunas veces es conveniente repasar lo que se escribe
ResponderEliminarNo, lo que hay que tener es memoria. Yo recuerdo oír comentarios al respecto diciendo que allí se iban a concentrar todos los "drogatas", incluidos los del pueblo, y que iban a convertir el Parterre en un sitio peligroso. Por eso digo "Como suele ocurrir para mucha gente, quizá por la falta de información pero también por los prejuicios, suponía poco menos que instalar en el centro de la ciudad un mercado de la droga.". Para otra mucha gente aquello era absurdo, alarmista y no tenía que ver con la realidad. Pero lo cierto es que de todo aquello se escuchó entonces y no necesito repasar lo escrito, solo recordar.
EliminarQue yo recuerde se rumoreó solamente del Proyecto Hombre, de la Casa de Abraham no.
EliminarSiento contradecirte porque lo recuerdo perfectamente. Cuando ya definió un poco más lo que iba a ser la Casa de Abraham la cosa se calmó pero hasta entonces hubo bastante especulación y polémica.
Eliminartendrías diferente ubicación de donde yo estaba, y donde tu estabas se hablaba de la Casa de Abraham y donde yo estaba de lo que se iba a hacer con el Proyecto Hombre, porque yo tambien recuerdo perfectamente y ademas lo he contrastado de que se hablaba del Proyecto Hombre.
EliminarNo obstante decir que todos queremos ayudar a los que lo necesitan, pero nadie queremos arrimar el hombro para ello, ni tampoco queremos tener centros de esta indole próximos a nuestro lugar de residencia,
LO MISMO PASO CUANDO EL PROYECTO HOMBRE O LA CASA DE ACOGIDA PARA JOVENES INMIGRANTES. MUCHOS PUSIERON EL GRITO EN EL CIELO QUE PARECIA QUE LLEGABAN A DAIMIEL LAS SIETE PLAGAS. GANAS DE EXAGERAR Y SER UNOS AGOREROS CATASTROFISTAS PARA LUEGO NA DE NA
ResponderEliminarRecuerdo perfectamente los comentarios del momento. Y como casi siempre, procedían de una parte del sector que se dice más religioso y "caritativo", que no solidario.
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