EL PARTIDO QUE YA NUNCA VOLVERÁ A REPETIRSE (Página nº 1779)

Esta tarde me acerqué a ver a mi madre y estaba repasando unas bolsas con papeles para determinar lo que iba a tirar y lo que seguiría guardando. Allí había de todo, desde coplas de carnaval del año 81 hasta los actos del homenaje a don Juan D'Opazo cuando se le nombró hijo predilecto y se le puso su nombre a una calle en el 91. Con mi natural curiosidad comencé a repasar alguno de esos papeles y, entre todos ellos, me llamó la atención la hoja-reclamo que anunciaba el gran partido "Mujeres contra Mujeres" para recaudar fondos para las parroquias y que se celebró el 30 de junio a las seis y media de la tarde. Los equipos, ni más ni menos, partían ya de una rivalidad muy a tener en cuenta ya que jugaban por un lado las chicas de García-Chico, representando a Santa María, contra las chicas de Contusa, representantes de San Pedro, con el arbitraje de Miguel Moreno y asistido por los linieres Juanito, el del Cocedeiro, y Pinilla.

En esa hoja reclamo del partido de 1985 aparecen las alineaciones de las esforzadas jugadoras y, en el lateral, una serie de incentivos para los asistentes que merece la pena leerse pinchando sobre la imagen, y todo por una buena causa que venía repitiéndose en los últimos años. Para colaborar bastaba pagar la entrada de 100 pesetas que daba derecho a bocata de jamón, premios, concursos y disfrutar de un partido épico y emocionante donde todos sabrían dar un punto para cualquier descosido:

No recuerdo haber ido a este partido aunque sí que asistí a los anteriores, con otras características, pero lo cierto es que aquellas convocatorias gozaban de buen respaldo de público dispuesto a pasar un buen rato y, de paso, ayudar en la situación por las que pasaban entonces las parroquias.

Me ha parecido curioso y por eso lo he traído a este blog para compartirlo con todos vosotros, que seguro reconocéis a algunas de las destacadas futbolístas que formaron parte de los equipos contendientes.

Por cierto, un partido que ya jamás volverá a repetirse cuando ambas empresas de confección, que tan pujantes eran entonces y tanto empleo generaban, ya hoy han desparecido y sólo queda el esqueleto de fábrica que nos recuerda su ubicación y la importancia que tuvieron para Daimiel durante una época.

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