Tengo claro que las medidas tomadas hasta ahora en España son impuestas por terceros, que la última parte de legislatura socialista con Zapatero y lo que se lleva de la actual popular con Rajoy han seguido una hoja de ruta externa a la que la situación de nuestro país sólo les interesa como barrera frente al contagio, y aunque no desdeño lo que los nuestros hayan añadido para aprovechar la coyuntura en su favor, al modo Gallardón y su regresismo imperdonable y fachoso, creo que las medidas tomadas solo son comprensibles desde el punto de vista de quienes nos quieren poco y mal.
No hace falta ser muy inteligente ni experto en economía para saber que subidas de impuestos y recortes salariales llevan directamente al suicidio económico porque siempre, siempre, el consumo se retrae y su traducción habitual termina siendo menor producción, empresas que cierran, despidos, menos ingresos para el estado y mucho más gasto. Y esto lo sabían perfectamente, y con toda antelación, quienes oficialmente tomaban las decisiones que les dictaban otros. Y también esos otros, sabedores de que no era la solución para España pero posiblemente sí para ellos.
Y es que una cosa es hacer una política de recorte de gastos, de redimensión del gasto público, y otra muy distinta gangrenar la economía de un país con medidas recaudatorias cortoplacistas cuyas consecuencias eran absolutamente sabidas, expresadas desde muchos ámbitos y confirmadas en los meses siguientes. Cierres, eres, aumento del paro en cerca de un millón de personas, del empleo juvenil hasta extremos insoportables, caída manifiesta del consumo, degradación del tejido productivo en general...
España es hoy un país depresivo, autodegradado, al límite, que pelea entregándose al rival y que persigue equilibrar sus cuentas a toda costa olvidándose del rastro de miseria, desánimo y víctimas que ha ido dejando en esta deriva primero de dilapidación absoluta y ahora de recortes indiscriminados.
Porque la marca España, como dibuja en su viñeta Malagón, ahora es solo eso:
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AAAyyyy esa gran marca que cuando hay una huelga se ve perjudicada y dañanada su imagen y cuando hay realeza corrupta, Corruppiciones y privatizaciones no le pasa nada de nada.
ResponderEliminarQUE GRAN MARCA, SE MERECE QUE LA ANUNCIE BERTÍN OSBORNE COMO MÍNIMO
¿La prima de riesgo no se pone nada nerviosa al ver al partido que gobierna robando a manos llenas?
ResponderEliminar¿No será que la prima de riesgo es un cuento chino promovido por especuladores financieros que se lucran con sus propias predicciones?
Pues sí oiga, "mediums" capitalistas. Ver para creer.
Y todavía les seguimos la corriente.