El 15 de junio planteamos el serio peligro que corrían, entre ellos el de La Espinosa, los comedores escolares. La eliminación de las becas de gratuidad y la fijación de un máximo del 40% de subvención era una muerte anunciada para aquellos centros donde dicho comedor tenía un claro valor asistencial y aunque no se explicitaba la supresión de comedores la modificación del régimen de becas ya aventuraba el importante impacto que tendría en la viabilidad de muchos de ellos.
En Daimiel, por ejemplo, un ochenta por ciento de los usuarios lo hacían con beca de gratuidad y era lógico pensar que la eliminación de estas y la reducción a ese 40% máximo de bonificación les haría renunciar a seguir disfrutando de ese servicio, en muchos casos garante de que esos niños comieran adecuadamente. Como la Consejería exigía un número mínimo de 20 personas parecía claro que el comedor del CEIP La Espinosa, tan peleado por esa comunidad educativa, tenía los días contados, y aunque en la noticia de daimiel.es se habla de la posibilidad de abrirlo al resto de centros para salvarlo in extremis a día de hoy no podría funcionar.
No sé si la Junta quería acabar con ellos pero, estoy seguro, las medidas que han tomado al respecto sí han servido claramente para cerrar algunos o bastantes, y la verdad es que no pueden escudarse en la imprevisión del impacto porque era evidente que donde predominaba la beca de gratuidad íntegra su supresión aparejaría el cierre casi inmediato.
Si finalmente no se logra mantener el servicio del comedor escolar en La Espinosa se habrá perdido un servicio necesario, para la propia comunidad educativa de ese centro, para el barrio y para la localidad, y todo tras poco más de dos cursos escolares. Una auténtica pena. Pero quienes más habrán perdido serán los propios alumnos que utilizaban el comedor, que comían de forma adecuada con una dieta supervisada para que fuera equilibrada y saludable, unos porque no comerán igual y otros porque, a pesar de poder sufragarlo, no podrán utilizarlo al no alcanzar el mínimo exigido por la Junta para dar viabilidad a ese comedor.
Enlace a la página de Daimiel Diario del 15 de junio:
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http://elpais.com/elpais/2012/09/10/opinion/1347275150_148658.html
ResponderEliminarAunque no venga exactamente a cuento, este artículo de Rosa Montero describe el fracaso moral en el estamos cayendo. Se llama barbarie y estoy de acuerdo con cada palabra. Me gustaría que pudiéramos evitar caer tan bajo.
El Colegio La Espinosa ya se ha puesto en marcha para ofertar el comedor escolar a los alumnos de los otros centros y tratar de salvar el servicio en la localidad. Esperemos que tengan suerte. Necesitan, para garantizarlo, entre 4 y 10 nuevos demandantes de servicio.
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