Tengo memoria de un Daimiel especialmente limpio, cuando yo era chaval. Recuerdo como, afanosamente, las vecinas, en todas las calles, se esmeraban en barrer y limpiar sus trozos de acera, y terminada esa tarea sacaban un balde de agua y a golpe de mano humedecían el rodapié de la fachada y el acerado. No sé si es engaño de mi memoria o qué pero ni recuerdo tanto papel ni envoltorio desparramado por el suelo y, a cambio, el frescor de esa aguada matutina hacía mejor el transcurrir por las calles con el buen tiempo y llenaba de precaución el paso en tiempos de frío.
Yo lo tengo como uno de los recuerdos más vivos cuando solo, o con mis vecinos, me encaminaba hacia la Escuela Motilla, primero, la Escuela Piña más tarde, o el Infante Don Felipe después. Y en ese discurrir la apacible conversación de unas y otras alargando la tarea.
Pero, sin duda, el momento álgido en verano era el paso de la "Guada", aquel camión cisterna que avanzaba en la tarde por las calles lanzando abanicos de agua fresca, de fachada a fachada, para refrescar el ambiente, mientras por efecto del sol hacía visibles pequeños arco iris. Su lento paso, entonces por calles con no demasiado tráfico, hacía, además, las delicias de los chicos y chicas de mi edad que corríamos a saltar una y otra vez el arco de agua hasta que vencidos nos dejábamos regar por aquel manantial móvil que nos caía como lluvia reparadora.
Es curioso como el agua, abundante entonces, somera pero mucho menos consumida que ahora, servía para, día sí día también, dar un halo de limpieza y sofocar el calor de las calles, algo que ya no sucede porque, es lógico, los tiempos y las circunstancias han ido variando las costumbres. En aquellas calles, las de Daimiel, fueron desapareciendo los botijos a pie de puerta para uso de cualquier transeúnte, las aguadas de acera y fachada y, antes que todo eso, la "Guada", aquel camión cisterna que hacía las delicias de los chavales corriendo y saltando a ambos lados para hacer del agua lo mejor de ese día.
Hubiera querido ilustrar esta entrada con una foto de ese vehículo pero no he encontrado ninguna. Cojo ésta del blog de Luis López Castillo "Cosas de mi pueblo":
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Llevo años tras de una imagen de la aguada, matricula de Zaragoza. La conducia Vallbona
ResponderEliminarRecargaba agua en los ojos del Guadiana. En el pequeño pozo-manadero que había junto a la carretera donde se levantaba una pequeña casilla. Estaba a unos pasos de la Cañada de Madara, unos 300 metros al este de los tres ojos principales (El Cercano, Mari López y La Canal. Hasta allí se desplazaba Vallbona con su 'Guada'
ResponderEliminarOye totem sabes que empresa es plenitud o algo asi, se publicita en.las redes d sociales como la que va hacer Daimiel noticias.
ResponderEliminarY yo me pregunto ha salido el concurso de eso o se hace a destacó
Mucho portal de transparencia pero...
Que ha pasado con quien la hacía antes?habido mal rollo?
Ni idea
EliminarLo preguntas con algún fin y no precisamente bueno ni transparente o lo haces con segundas.
EliminarSe llama publilur...
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