Y ENTONCES FUE TODO UN INVENTO REVOLUCIONARIO (Página nº 3875)

(Foto publicada en "Daimiel en el Recuerdo", grupo de facebook)

Hoy, sumergidos y acariciados por el suave mundo de la celulosa de doble o triple capa o la toallita húmeda con aloe vera quizá no nos percatemos de lo que supuso aquel rollo de papel higiénico del "Elefante" con su precinto de papel celofán amarillo y aquel paquidermo rojo que surgió quizá como una obviedad pero que debió hacer rico a su fabricante porque llegó en ese momento perfecto en el que la muchedumbre comenzó a abandonar el retrete con la tabla de un agujero o varios, que los he conocido comunitarios, o simplemente el campo abierto.

¡Pensar que en su inicio fue un artículo de lujo! Sí, porque su interrupción fue más lenta quizá de lo que merecía porque no todo el mundo pudo entender que hubiera que pagar por aquello cuando, para tal ocasión, nunca había hecho falta. Y sin embargo poco a poco se impuso, además sin competencia, porque era "elefante" o "elefante" y pronto ganó espacio en las tiendas de barrio aunque para algunos seguía siendo artículo de señoritos.

Pero, ya digo, aquel artículo no hubiera tenido esa irrupción si no hubiera ido ligada a la porcelana, ese otro avance en la higiene personal vinculada al agua corriente, abandonando aquella tabla con agujero bajo la cual se acumulaba dios sabe qué cuantos meses de deposiciones. Supuso cambiar aquel cuartucho oscuro y maloliente por esos perfectos cuartos de baño claros y luminosos donde, llegó a decirlo la publicidad, casi podrías comer.

Hoy cualquier persona mayor de cuarenta años reconoce, seguro, ese rollo de papel higiénico beige que había que gastar con mesura porque, durante algunos años, reinó en todos los hogares españoles. Después, ya digo, vino todo lo demás en el mundo del papel higiénico y otros productos de higiene o de los retretes con chorrito de agua y aire caliente que a poco lo mismo te hacen una analítica express de orina y heces. Pero el rollo del "Elefante" fue una revolución que solo la perspectiva nos permite reconocer.