domingo, 21 de agosto de 2016

¡ HAY QUE REPETIRLO ! (Página nº 3834)


Fue la primera celebración de Anversario que hizo una de las promociones salidas de las aulas del Colegio "Infante Don Felipe". En concreto la que terminó el Curso 1975-76 y para celebrar quince años de su "graduación" en ese centro. Y hoy, este año, cuando deberíamos estar celebrando el XL Aniversario me he acordado de esta foto y, sobre todo, de el maravilloso día que compartimos alumnos y profesores para festejar aquellos quince años que sirvieron para volver a reunirnos.

(Foto publicada en "Daimiel en el Recuerdo")

Lo primero, claro, reconocer a los artífices, Jesús Sánchez-Mantero y Paco García Simal, porque ellos fueron los que tiraron del carro llamando a unos y otros, organizando la programación de actos y dinamizando un evento donde no pudieron estar todos pero en el que quisieron estar muchos.

En algunos casos pudimos reencontrarnos con profesores que ya no estaban en la localidad, con compañeros que hacía tiempo no veíamos o habíamos perdido contacto, pero también sirvió para recordar a tres de nuestros amigos y compañeros de promoción que, desgraciadamente, no podían estar compartiendo ya nuestro encuentro (Antonio Fernández Mínguez, Ramón García-Luengo y Emilio Díaz de Mera). Pero también disfrutar con esos otros maestros y amigos más frecuentados y que se volcaron para que todo fuera perfecto.

Aquellos años, aunque en el Infante solo los cinco últimos, tienen la fuerza de una edad que siempre se recuerda, que forma parte de nuestra formación personal y sentimental en un momento en el que nos abrimos a la vida. Allí hubo amistades eternas, noviazgos fugaces, experiencias diferentes y entrañables que nos vincularon necesariamente para sentirnos concernidos cuando se nos convocó para celebrar ese aniversario de tres lustros y ya casi al filo de la treintena.

Habría que repetirlo. Si alguien se anima y me ayuda nos ponemos manos a la obra y repetimos foto, un poco más talluditos pero, seguro, que con parecida alegría a la que se percibe en la foto. Somos lo que somos, lo que fuimos, lo que hemos vivido, y siempre hay un punto de agradecimiento a lo que compartimos y con quienes lo compartimos.

¡Por cierto, de todos soy el único que sigue en el Infante cuarenta años después!

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