¿EMPIEZA A VERSE POLÍTICA DE VERDAD? (Página nº 3809)

Partiendo de que, en principio, solo Ciudadanos parece moverse, por fin ha puesto sobre la mesa sus cartas: el que quiera peces que se moje el culo, y ha venido con siete condiciones, que define como innegociables, para obligar al Partido Popular a salir a la palestra y retratarse.

Hasta ahora veníamos viendo ese juego de tahúres en lo que se trataba de esconder más que de mostrar y que no conducía a nada y ahora, viendo Rivera que por la izquierda se mostraba electrocardiograma plano y que por la derecha hay un indeciso, cual Asno de Buridán, incapaz de moverse ante dos estímulos parecidos como esperar que alguien se les acerque sin ofrecer nada potable o aguardar nuevas elecciones que, creen, mejorará los resultados de las dos últimas convocatorias electorales, ha decidido cargar uno de los montones de pienso para sacar al "rucio" de su ensimismamiento pero intentando hacerle comer algo que no le guste demasiado.

De primeras me ha dado la sensación, escuchando a Rivera, que estábamos ante las terceras elecciones porque he dudado de que el PP aceptara todas las condiciones pero, poco a poco, me ha ido pareciendo que quizá terminen aceptando, con algún matiz, si esa es la puerta para poder ser investido Rajoy Presidente.

Todas las condiciones son asumibles, si hay voluntad, aunque lo de la comisión de investigación parlamentaria y la reforma electoral supondrá comulgar con ruedas de molino a quienes se han venido negando en redondo toda la vida pero, claro, el que algo quiere algo le cuesta y el peaje es razonable y necesario desde la óptica de los ciudadanos. Y aunque seguro que marearán la perdiz, tratarán de negociar y minimizar la consecuencia, me da que hay cierto punto de firmeza en Ciudadanos y esta vez el PP tendrá que asumir que no les queda otra cosa que bajar las orejillas y acceder.

Y con el SÍ de Ciudadanos, porque la aceptación de esas condiciones para negociar lleva irremediablemente al SÍ, pues nunca aceptaría el PP una condicionalidad sin premio final, la llamada gobernabilidad parece más cercana y el final de esta situación inmovilista más cercana.

Si el PP no aceptara ya no habría excusa para responsabilizar a otros de la situación, como han pretendido hasta ahora, y tendrían que asumir que son ellos quienes no han cedido nada, porque lo que les exige Ciudadanos no es nada demencial ni inasumible. Si el PP aceptara serían otros los que quedarían señalados por esta parálisis porque ya no podrían achacar a los populares su tancredismo.

Quizá haya comenzado la política de verdad, la que trata de mover la maquinaria y sacarnos del colapso. Ciudadanos ha tenido la habilidad de darle, quizá, a la tecla necesaria para que esto pueda andar. Y si no se mueve será porque algunos están más cómodos sin que nada cambie.

El resultado final está por escribir pero hoy no ha sido un día más. Algo ha empezado a cambiar. Ya veremos si para mejor.

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