Quizá porque es agosto, y aunque no sean los días más calurosos del verano, nada mejor que refrescar la memoria con un ramillete de imágenes de Daimiel nevado y que, de nuevo, fueron publicadas en "Daimiel en el Recuerdo".
No es muy habitual ver nevar en Daimiel y por eso, cuando ocurre, se convierte en todo un acontecimiento y nadie renuncia a inmortalizar el momento, Yo mismo tengo algunas, bastantes, fotos personales y una buena cantidad de recuerdos vinculados a la nieve y que ya he contado alguna vez en este blog, como por ejemplo salir a cogerla en vasos y exprimir naranjas para hacernos unos estupendos granizados caseros, fabricar un grandioso muñeco a cuenta de que nuestros dedos quedaran casi congelados o participar en una de esas guerras de bolas en las que nadie salía indemne, pero la que más me gustaba, cuando la cantidad era importante, consistía en bajar las escaleras de mi calle sobre una tabla a modo de trineo.
Es tal mi gusto por la nieve que vivo con ilusión las previsiones de nevadas para Daimiel, aunque generalmente terminan diluyéndose en amago y no descargan lo esperado. Soy de los que estaría encantado con una buena nevada al año para salir allí y recordar que disfruto tanto como cuando era chaval.
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Los granizados de naranja en diciembre o enero están muy ricos y apetecen un monton
ResponderEliminarMuy bonitas fotos, y con tanto calor refrescan un poco.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios que también son mis recuerdos...
ResponderEliminarAnda, de cuando aún nevaba en la Mancha. Conservad estas fotos, porque va a ser bien raro en los años y siglos sucesivos.
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