EL OTRO "ANALÍS" - EL PARTIDO POPULAR (Página nº 3400)

A nivel nacional cabe otro análisis, otro "analís":

Si el PP pierde más de tres millones y medio de votos será porque, durante la legislatura, algo ha hecho mal o los demás han hecho algo bien. Casi descartado esto último porque PSOE ha tenido cuatro años para olvidar y Ciudadanos y Podemos no estaban en el Parlamento, cabe atribuir mayoritariamente esa pérdida a la propia gestión de Rajoy y su gobierno y a la actuación del partido.Incluso entender que sus políticas son las que han hecho aparecer y crecer a los emergentes.

Pero en el PP no suele existir mucha reflexión, ni tan siquiera después. La corrupción ha sido el primordial punto de ataque contra ellos y ¿qué han hecho? Una nueva ley de enjuiciamiento criminal que ya se vislumbra como una manera de favorecer la impunidad y que celebran más que nadie los bufetes de abogados, acostumbrados a dilatar procedimientos. ¿Y qué más? Un erial, no solo en la prevención de futuras corrupciones sino en el tratamiento de los miembros señalados. Ha habido mucha más preocupación de controlar los nombramientos políticos de los altos tribunales y los órganos de control administrativos y judiciales que en dotar de medios para acabar con los corruptos.

Además han gobernado contra la clase media. No es que no hubiera que tomar medidas duras y hacer recortes, es que las han elegido mal, se han ensañado con los más perdiendo el concepto de proporcionalidad y cuando se trata de sacrificarse esa proporcionalidad era una exigencia que no han contemplado y gran parte de la ciudadanía se ha sentido traicionada, aún más cuando lo que se dijo que se haría, previamente, no fue lo que se hizo ya gobernando.

Un poco de sentido común haría pensar que esa pérdida de más de un tercio de los votos tiene más explicación que el mero desgaste de gobernar, que dilapidar esa cantidad tiene muchas más razones que la simplicidad de decir que no han sabido explicar las medidas o que ha faltado piel. Gobernar a base de decreto, escapar al control parlamentario, sucumbir a los intereses económicos, plegarse por completo a los designios europeos donde nuestros problemas no son comparables, seguir creyendo que importa reducir el número de parados pero no de qué manera hacerlo y en qué condiciones quedan los trabajadores.

Las macro-cifras no han llegado a la calle. Podrán auto-loar su gestión pero al ciudadano le suena a bla-bla-bla porque no lo percibe y actos de fe con las cosas del comer resultan complicados. Y era eso justamente lo que había que vender y, al tiempo, el miedo al cambio, a lo nuevo, o a repetir los errores, pero esa vieja estrategia tampoco cuela entre mucha gente, especialmente la joven, la urbanita y la formada.

Con tres millones largos de votos perdidos, con los peores resultados desde 1989, vender la victoria como un éxito suena a cachondeo. Nadie asume responsabilidades y solo pretenden tirar para adelante, pero ¿de verdad quiere gobernar el PP en esa situación de minoría que sería una masacre de lo hecho y de lo por hacer?

¿Y vender una derrota habiendo ganado? Tampoco, porque yo sigo sorprendido de que la caída haya sido menos grande que lo que esperaba y, lo dicho, han ganado con claridad. 

Lo que ocurre es que las soluciones de este partido siguen sin verse, la ceguera les pasará factura, y no querer entender que solo desterrando lo que les resta votos y manteniendo una actitud beligerante contra la corrupción, pensando en las personas antes que en las grandes corporaciones económicas, sacudiéndose la caspa retrograda y dejando la arrogancia a un lado podrán recuperar votantes que, esta vez, le han hecho un claro corte de mangas y no todos regresarán con su voto.

Insisto, el PP es el principal responsable de su pérdida y del crecimiento de otras nuevas fuerzas. Si fueran capaces de hacer un análisis serio de estos cuatro años, a hacer auto-crítica y entender sus errores, lo mismo hasta aprendían a no cometerlos de nuevo. Por eso creo que es el gran perdedor subjetivo de estas elecciones, porque no parecen haber aprendido nada y persistirán en los errores que le han llevado a perder 63 diputados y más de una tercera parte de los votos, todo un fracaso viniendo desde una mayoría absoluta.

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