viernes, 13 de noviembre de 2015

NO TODO VA A SER FOLLAR-2 (Página nº 3340)

Me vais a disculpar el título recogiendo aquella canción del inefable e inimitable Javier Krahe que ya utilicé en Diario Improbable, de ahí el 2. Esta vez nada tiene que ver con el celebrado cantautor que se nos fue sino como referencia a que, en un fin de semana consagrado al ocio como es la celebración de "Daimiel, Pueblo de Brujas" también convivirá una actividad solidaria que nos vuelve la vista a un territorio, pero sobre todo a unas gentes, que viven una situación terrible desde hace décadas. Me refiero al pueblo saharaui.

No es que el devenir colonialista español por aquellas tierras fuera ejemplar, ni mucho menos, pero lo que podría haber sido el nacimiento de una nación independiente terminó por convertirse en otra ocupación territorial que aún hacía peor el futuro de unas gentes que, desde entonces, han venido sufriendo el aislamiento y la persecución, pero sobre todo la incomprensión más absoluta a nivel internacional. Y no es que se ignore su situación, pues si eso fuera así hasta podríamos hacer algo más entendible, aunque igualmente condenable, el posicionamiento internacional hacia el pueblo saharaui. No, no es la ignorancia de la situación sino, mucho peor, el plegamiento a los intereses geoestratégicos y económicos de potencias como Francia y EEUU que han convertido a Marruecos en un aliado perfectamente mimado y que ha terminado por relegar cualquier posibilidad de justicia con el pueblo saharaui. De nuevo las personas terminan sufriendo el desprecio a su situación, absolutatamente conocido, en virtud de unos intereses que comparativamente son despreciables.

Mientras tanto, como sucedíó hace unas semanas, hasta la naturaleza se ceba con inundaciones que en otro ámbito, en otro lugar, habrían sido fuertemente publicitadas, No digo ya comparadas con las inundaciones de hace unos días en las zonas costeras españolas, que por aquello de la territorialidad propia puedan interesar y conmovernos más, sino con las ocurridas en la zona de París, o en cualquiera de los huracanes de la costa este norteamericana. Es evidente que las dimensiones de lo acontecido en el Sahel (y en otros países africanos igualmente ignorados), asolado por las inundaciones, apenas han tenido repercusión ni cobertura informativa y si nos ha llegado más ha sido por la mucha gente comprometida con esas gentes a través del asociacionismo, la labor solidaria y el trabajo cercano a esa realidad. Es triste pero el silencio informativo, apenas un eco para lo dedicado a situaciones similares, condena al pueblo saharaui a la consideración de ciudadanos de cuarta categoría, redoblando el escarnio y abandono al que se ven sometidos ya tantos años.

Por eso conviene no despistarse con el disfrute del ocio que nos ofrece la enorme iniciativa local del fin de semana brujeril porque no todo va a ser follar, porque también hay que volver los ojos a esta otra iniciativa que viene actuando en estos días pero que tiene su actividad informativa y sensibilizadora principal estos próximos días en la Plaza de España. Y es que ya no es un tema de deuda con ellos, es una cuestión básica de humanidad y de sentido solidario con personas que lo están pasando realmente mal y a quienes todos parecen dar la espalda en la comunidad internacional.

Espero y deseo que Daimiel esté ahí, a la altura de las circunstancias de una localidad amiga de la infancia (muchos de los que sufren son niños) y ciudad acogedora durante los meses de estío de chavales que ahora conviven con esa tragedia acentuada por la meteorología que castigaba, tras una gran sequía, con las mencionadas inundaciones.



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1 comentario:

  1. Para entender algo mejor el conflicto en el Sáhara. http://youtu.be/fzsGYB4qF6U

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