domingo, 8 de noviembre de 2015

CONTRA LA LÁSTIMA (Página nº 3332)

A veces hay acontecimientos que nos conmueven, que nos hacen meditar profundamente porque resulta difícil enajenarlos a nuestros sentimientos aunque hayamos vivido casi de espaldas a ello mientras no sucedía, aparentemente, nada. Pero lo cierto es que, con apenas unos días de diferencia, en Daimiel han fallecido dos niños, grandes dependientes, y si ya es una tragedia que un pequeño fallezca aún resulta más difícil sobreponerse a esta doble pérdida de unas vidas duras, complicadas desde el mismo nacimiento, por el que ellos mismos y sus familias han luchado segundo a segundo, porque no podía ser de otra manera.

Es muy complicado acercarse a esa realidad diaria. Es más, soy consciente de que ni por asomo comprendemos lo que ha sido la vida de estos niños, de sus padres y hermanos, desde el segundo uno, y eso a pesar de que cuando nació mi hija, con apenas treinta semanas de gestación, todas las sombras recayeron en mi mente y viví la incertidumbre de cualquier posibilidad. Todavía recuerdo a una monja, asistente en el nacimiento, decirme "el parto se ha dado bien pero no deben hacerse ilusiones", las largas horas pasadas frente a la puerta de la UCI neonatal o las palabras de la doctora, al recibirme, indicando que aún era demasiado pronto para saber como habría afectado un nacimiento tan precoz. Y vuelvo a ver a todos aquellos niños prematuros, algunos con situaciones que no llegaron a superar, otros con afecciones que les convirtieron en grandes dependientes, antes de saber que mi hija no tendría ningún tipo de secuela para llevar una vida normal.

A estas familias las conocía de vista y cierto es que el primer acercamiento a su situación es de lástima, quizá el peor de los acercamientos, porque ellos, estoy seguro, no querían dar lástima, lo que deseaban era ayuda en su situación, acompañamiento, sensibilidad. Sentirse arropados por los más cercanos pero también por las administraciones, que no siempre han estado a la altura de las circunstancias, que han sido en algún momento mezquinos con estas familias sin entender que los recursos no eran caprichosos sino de una necesidad extrema.

Hace unos meses, en el colegio, nos conmovió a todos el cuento de María sobre su hermano, ahora fallecido, porque nos colocó en la situación sin escapatoria, porque nos hizo comprender el peso de ese hermano en la vida familiar y entender el amor que la movía en sus palabras. Por eso ahora, cuando escucho a muchas personas hablar de que esos fallecimientos podían terminar siendo terapéuticos para las familias, a pesar de la tristeza inicial, que podían devolverles a una vida normal, yo tenía claro que no, que les devolverá tiempo, puede que vida propia, que sabrán poco a poco ir aliviando el luto en sus vidas, pero que siempre vivirán con ellos porque se han entregado tanto, han sabido quererse tanto, que la normalidad no consistirá en lo que los demás creemos.

Ahora sí, seguirán necesitando el apoyo de los más cercanos, los padres pero también los hijos que han vivido esa impresionante conexión con sus hermanos hasta hacerlos centros de sus vidas. No necesitan lástima, que es un sentimiento odioso, necesitan que se esté con ellos, que se les acompañe en esta dura travesía que ahora les llega. La pena, la tristeza, parecen naturales ante algo así a pesar de que apenas vislumbramos su alcance, pero la lástima no hace bien, no sirve, hasta causa daño.

Solo espero que la vida les devuelva dones con los que ir superando este dolor.


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9 comentarios:

  1. Respuestas
    1. http://daimieldiario.blogspot.com.es/2014/02/recortes-donde-no-se-debe-recortar-o.html

      https://www.change.org/p/mar%C3%ADa-dolores-de-cospedal-presidenta-de-la-junta-de-comunidades-de-castilla-la-mancha-restablezca-las-ayudas-a-manuel#

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  2. Dejemos a estas familias tranquilas.

    Nos ocupamos y preocupamos ahora por ellas.

    Después de la liebre huida, palos a la madriguera

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    1. ¿quien eres tu para decir de lo que se puede hablar y de lo que no?

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    2. ¿quien eres tu para decir de lo que se puede hablar y de lo que no?

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    3. Y tu quien eres para decir esto?

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  3. Mejor no echar la culpa a nadie. porque la Naturaleza, tiene sus accidentes,y las personas tenemos equivocaciones.

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  4. Pero sabéis lo único importante? Que han sido FELICES!!! y de eso se han encargado sus familias, sus amigos, sus terapeutas....
    Por favor, dejad en paz a la gente, no hagáis demagogia barata sobre estos temas. Lo único que cuenta es que estas familias puedan ir superando su dolor (el vacio no creo que nunca será suplido). Han sido todo un ejemplo para esta sociedad que sólo le importa tirarse los trastos unos a otros sin pensar que hay gente que con simplemente una sonrisa te puede alegrar el día.

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